La Sala de lo Constitucional busca sustitutos
El 15 de julio cierra un ciclo en la Corte Suprema de Justicia: cuatro de los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional terminan su periodo de nueve años. No es asunto nimio, los que salen son los cuatro magistrados que reformaron el modo de votar, el financiamiento político y pusieron fin a la Ley de Amnistía. ¿Quiénes serán los elegidos para llenar ese vacío?
Entrevistas, foros y análisis en video:
[ultimate_carousel slides_on_desk=”3″ speed=”700″ autoplay=”off”] [/ultimate_carousel]Ivette Cardona Amaya
Aldo Cáder Camilot
Rosa María Fortín
Harold Cornejo Ávalos
Eric Zelaya Ramos
Ernesto Clímaco
[/ultimate_modal]
Carlos Sánchez
[/ultimate_modal]
Olinda Moreno
[/ultimate_modal]
María Luz Regalado
[/ultimate_modal]
José Luis Lovo
[/ultimate_modal]
Álex Marroquín
Carlos Calderón
Romeo García Alemán
Maritza Zapata
Rogelio Canales
Sonia Cortez
Óscar Luna
Carlos Pineda
David Omar Molina
Jaime Martínez
Humberto Morales
Marina Marenco
Jorge Quintero
José Cristóbal Reyes
Martín Rogel
Carlos Avilés
Nelson Palacios
Ramón Granados
Gilberto Canjura
Óscar Canales Cisco
El Órgano Judicial está integrado por la Corte Suprema de Justicia, las Cámaras de Segunda Instancia y los demás tribunales que establezcan las leyes. La CSJ está compuesta por quince magistrados, que forman la Corte Plena, la máxima autoridad del Órgano Judicial.
SALA DE LO CONSTITUCIONAL
La Sala de lo Constitucional está compuesta por cinco magistrados, uno de ellos es el presidente de esta y a la vez de todo el órgano judicial. Le corresponde conocer y resolver los procesos constitucionales siguientes: inconstitucionalidad de las leyes, decretos y reglamentos; amparos; y el de exhibición de personas. También es la encargada de resolver las controversias entre el Órgano Legislativo y el Órgano Ejecutivo sobre la constitucionalidad de los decretos vetados.
Miembros:
-José Óscar Armando Pineda Navas (presidente CSJ y Sala Constitucional)
-Florentín Meléndez Padilla*
-José Belarmino Jaime*
-Edward Sidney Blanco Reyes*
-Rodolfo Ernesto González Bonilla*
SALA DE LO CIVIL
La Sala de lo Civil está formada por tres magistrados y conoce asuntos en materia de derechos familiares, mercantiles y laborales. También conoce de casos en los que otros jueces de estas materias son recusados por alguna de las partes que intervienen en procesos, lo que implica un cuestionamiento a su independencia o imparcialidad, entre otros aspectos.
Miembros:
-María Luz Regalado Orellana (presidenta Sala Civil)*
-Ovidio Bonilla Flores
-Óscar Alberto López Jerez
SALA DE LO PENAL
La Sala de lo Penal también está firmada por tres magistrados y se encarga de conocer del recurso de casación, y en apelación de las sentencias de la Cámara de lo Penal de la Primera Sección del Centro, cuando son pronunciadas en los asuntos de que conozca en primera instancia. A la Sala de lo Penal llegan casos de gran complejidad que involucran conductas delictivas y sobre los que se cuestiona el razonamiento del juez o la elección de la norma jurídica aplicable.
Miembros:
-Doris Luz Rivas Galindo (presidenta Sala Penal)
-Leonardo Ramírez Murcia
-José Roberto Argueta Manzano
SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
La Sala de lo Contencioso Administrativo está firmado por cuatro magistrados o magistradas. Le corresponde conocer de las controversias que se producen sobre la legalidad de los actos de la administración pública y que generalmente se presumen legales. Durante los últimos años, esta Sala ha sido objeto de cuestionamientos por admitir demandas de funcionarios que han impugnado resoluciones contra si mismos emitidas por entes contralores como el Tribunal de Ética Gubernamental o el Instituto de Acceso a la Información Pública.
Miembros:
-Dafne Yanira Sánchez de Muñoz (presidenta Sala Contencioso)
-Elsy Dueñas Lovos
-Paula Patricia Velásquez
-Sergio Luis Rivera Márquez
*Dejan la Corte Suprema el 15 de julio de 2018. De estos cinco magistrados solo María Luz Regalado busca un nuevo periodo de nueve años en la CSJ.
Editorial: La Sala que no podemos perder
“La Sala de lo Constitucional de 2009 se atrevió a dar el primer martillazo al duro granito antidemocrático que ha cubierto al Judicial durante tanto tiempo y eso la hizo relevante…”
2 de Julio 2018 por Revista Factum
Antes de 2009, la Sala de lo Constitucional era un vago conocimiento para la mayor parte de la opinión pública. Inexpugnable dentro de una institución tan cerrada para el control ciudadano como la Corte Suprema de Justicia, y relegada del interés mediático por resoluciones irrelevantes o -lo más probable- desconocidas, los integrantes de la más importante Sala del Poder Judicial pasaban desapercibidos.
El silencio de la sala antes de 2009 era, las más de las veces, conveniente aliado de un poder, el Judicial, que había pasado buena parte de su historia reciente como un mero apéndice del Órgano Ejecutivo. La independencia de poderes había sido, casi siempre, papel mojado. Eso empezó a cambiar hace 9 años.
Los magistrados seleccionados por la Asamblea Legislativa en 2009, que el próximo 15 de julio cumplen 9 años en el cargo, lo que marca su salida, cambiaron para siempre la suerte de la Sala de lo Constitucional: al margen de apoyos y críticas, la volvieron relevante. Y eso es lo que verdaderamente estará en juego.
La legislatura 2018-2021, que recién asumió y ya es blanco de críticas por seguir los guiones tradicionales de componendas que buscan más el beneficio de grupos que el del colectivo, será la encargada de elegir a la nueva Sala de lo Constitucional. Es cierto que la lista cerrada proviene del Consejo Nacional de la Judicatura y de las asociaciones de abogados, pero la decisión final recae en la Asamblea y sus partidos, que han demostrado harta habilidad para permear a los aspirantes de las elecciones de segundo grado.
La nueva Asamblea deberá elegir a cinco magistrados propietarios (y sus suplentes), cuatro de ellos para sustituir a Belarmino Jaime, Florentín Meléndez, Sidney Blanco y Rodolfo González, the Fantastic Four. La cuarteta, pese a fallidos intentos de frenar su trabajo -no hay que olvidar a Sigfrido Reyes tratando de imponer a un nuevo presidente de la Sala-, ha sido la responsable de dictar resoluciones, amparos e inconstitucionalidades que han marcado la historia nacional reciente. Las sentencias de esta Sala, votadas casi siempre de forma granítica, no han dejado a nadie indiferente.
Es cierto que, aun desde análisis que privilegien lo técnico sobre lo político, hay resoluciones de la Sala que son susceptibles de críticas, como toda decisión jurisdiccional en una democracia saludable, pero una afirmación parece ineludible cuando se habla de los magistrados salientes: cambiaron para siempre el status quo, uno anquilosado en los regímenes presidencialistas que entendían el judicial como una herramienta más para blindarse de incómodos contrapesos a su poder absoluto.
Las cortes supremas de justicia y sus salas, aun en los quinquenios presidenciales que siguieron a la guerra civil y a la firma de los Acuerdos de Paz, fueron casi siempre garantías de la retardación de justicia, de la justicia reservada a los privilegiados, de la corrupción flagrante en el Órgano Judicial, de la inoperancia.
La Sala de 2009 se atrevió a dar el primer martillazo al duro granito antidemocrático que ha cubierto al Judicial durante tanto tiempo y eso la hizo relevante.
Hoy toca a la legislatura dominada por la derecha política escoger a los reemplazos de los magistrados que entraron hace 9 años. Por lo visto hasta ahora, no parece que el bloque formado por Arena, PCN, PDC y GANA tengan al bien común entre sus primeras prioridades en lo que a mantener al Judicial con salud democrática se refiere. Eso es preocupante.
Cuando los cuatro magistrados de la Sala Constitucional sean reemplazados, los ciudadanos estaremos obligados a ejercer vigilancia constante sobre quienes lleguen a instalarse en esas sillas: los atisbos de independencia, de saludable contrapeso político y de lucha contra la corrupción a través de la Sección de Probidad -que aupada en gran parte por la Sala saliente ha sido esencial en casos contra varios ex funcionarios hoy procesados y encarcelados- son demasiado importantes como para permitir que los partidos, en su afán por proteger a sus corruptos, nos hagan dar marcha atrás.
Con el apoyo de:
Las investigaciones e información presentada en este sitio y realizada por los socios de esta iniciativa, no representan la visión, opinión o posición institucional del NDI ni de sus funcionarios.