Un año de realidades

Este mes la revista Factum cumple un año de su salida al ciberespacio. Un año de escribir historias de un país sumergido en la tristeza e indignación, retratando los temas que le interesan a los que viven en El Salvador y a los que se acuerdan de estos lares estando fuera. Ha sido un año de letras que inquietan, molestan, llaman la atención; que sin duda hay que ponerlas en la mesa para que se discutan, se investiguen y marquen el inicio de nuevos rumbos en los ámbitos político, social y cultural.

Han sido pláticas de política, un mapeo del actuar de varios funcionarios, discusiones sobre corrupción y sus partícipes. Un año de seguir de cerca la política estadounidense y su influencia en las decisiones que se toman en El Salvador y en el Triángulo Norte. Ha sido un año interesante que deja una radiografía de la primavera guatemalteca, la caída de Otto Pérez y Roxana Baldetti, lo que pensamos (y envidiamos) los salvadoreños de lo que pasa en el vecino país. Ha sido un año en que se ha puesto en la mira a los aviones de Enrique Rais en los que viaja el Fiscal General de la República y el conflicto ético en el desarrollo de su función que acarrea esta situación. Ha sido un año de silencio de él y banalización propia de su actuar.

Porque cuando a las instituciones y funcionarios les falta transparencia o esconden información, son los medios de comunicación los encargados de desenterrarla, de darla a conocer, de generar discusión y de cuestionar. La prensa juega un rol fundamental en una sociedad democrática, ya que es un instrumento que le permite a la sociedad acceder a información de relevancia pública al facilitarle la búsqueda, recepción y difusión de información. De ahí la importancia de la labor periodística y de las investigaciones y publicaciones que producen medios como Factum.

Y aunque la política salvadoreña nos vuelva un tanto pesimistas, en Factum este año también ha estado lleno de cosas buenas. Música, álbumes de extraordinarias fotografías, especiales de las series que nos entretienen, realce del naciente cine salvadoreño, columnas llenas de ironía y sarcasmo que refrescan con una risa el nublado panorama de la realidad, son algunas de las cosas que esta revista digital nos ha brindado. Ha sido un año de tiempo, dedicación y esfuerzo de Orus, Héctor y todos aquellos quienes se toman tiempo para darle vida a Factum. Gracias por su labor.

Ojalá el año que viene vengan más reportajes que nos cautiven y nos indignen. También, que se siga mencionando los nombres de políticos salvadoreños que nos deben explicaciones y respuestas sobre hechos en los que se han visto involucrados. La relevancia social de las opiniones marcan la pauta sobre la coyuntura política nacional, por lo que el ejercicio pleno de los derechos a la libertad de expresión e información, la crítica al poder y la puesta en escena de muchas figuras públicas, se convierte en una obligación para los ciudadanos que buscamos un mejor país. A través de Factum es que esa información y opiniones se multiplican, por lo que hay que brindarle el apoyo a los medios de comunicación que quieren ejercer su rol en la sociedad como debe ser. Cuenten con nosotros, y ¡felicidades por su primer año!

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