San Miguelito se reinventa desde la calle

El emblemático mercado de San Salvador está resurgiendo de los escombros. Los comerciantes han improvisado con cajas de madera, varas de bambú y sombrillas playeras para darle una nueva vida a sus negocios.

Fotos FACTUM/Gerson Nájera


El 22 de septiembre de 2021 quedó registrado en el Barrio San Miguelito, en la capital de El Salvador, porque ese día se quemó su mercado, uno que ronda los 70 años de fundación. Eran como las 10:00 de la mañana y una columna de humo se podía ver desde Santa Tecla, a 14 kilómetros. El incendio consumió más de la mitad del mercado.

Para la víspera del Día de Muertos, los comerciantes afectados se acondicionaron a un techo de lámina y a un piso de asfalto. No tienen agua potable, ni energía eléctrica, pero sí ingenio. Con cajas de tomates han levantado del suelo las estructuras provisionales que les construyó la alcaldía, porque quieren evitar que sus productos se mojen con las últimas tormentas. Las lluvias de octubre fueron tan fuertes que generaron una corriente de agua que bajó por la Avenida España y se empozó frente al excine Fausto, justo en una de las esquinas más fotografiadas del mercado.

Esta es la primera ocasión desde 1940 que los vendedores de San Miguelito vuelven a la calle por un tiempo indefinido. Según los registros de la página web mercadosanmiguelito.com, la última remodelación fue ejecutada en 1988 cuando el techo sufrió daños por los terremotos de 1986. “Ni los terremotos del 2001, ni otros incendios nos habían sacado porque fueron controlados a tiempo”, dice Blanca Estela Mendoza, una mujer que usa sandalias con calcetines porque sus pies están cansados, pero aún así lidera una tortillería desde hace 20 años y tiene a su cargo a cinco empleados.

El mercado San Miguelito, según datos municipales de 2019, es el tercero más grande de San Salvador, con capacidad de albergar hasta 1,206 comerciantes, y es el sexto mercado municipal que se incendia en lo que va de 2021.

El origen del incendio aún no ha sido determinado en el informe oficial del Cuerpo de Bomberos, una dependencia del Ministerio de Gobernación. La alcaldía de San Salvador dio por hecho en sus comunicados que un corto circuito lo provocó. La versión de los comerciantes fue documentada por la prensa nacional esa mañana del 22 de septiembre. Al calor de las llamas que consumían su única fuente de ingresos, con impotencia y furia dijeron ante los micrófonos, cámaras y celulares de periodistas que creían que la verdadera causa de la catástrofe era la administración del mercado, una peligrosa distribución de nuevos comercios y la desatención total del sistema eléctrico, temas que, según los afectados, en reiteradas ocasiones ignoraron los administradores de la plaza.

Después de un mes del siniestro continúa la remoción de escombros. No hay una fecha certera en la que los comerciantes al fin podrán tener las condiciones apropiadas para trabajar. Según los datos de la alcaldía de San Salvador, son 800 módulos de lámina los que ya entregaron a los vendedores. Estos están distribuidos entre la Avenida España, la 21 calle Oriente, el pasaje María Auxiliadora y el pasaje Lindo.

En la avenida Monseñor Romero está ubicado el sector para los negocios de comida. Son casi 20 comercios, con un promedio de tres empleados cada uno, que han improvisado sus propios locales. De un edificio abandonado se han valido para colgar plásticos de un extremo, y han usado varas de bambú como columnas para edificar su propio techo. Tienen más de un mes de estar bajo el sol, pero lo que más daño les ha causado son las tormentas que arruinan las cocinas y los muebles de madera. Han tenido pérdida total cuando se les mojan los alimentos.

Al otro extremo, sobre la Avenida España, una familia que vende arreglos florales confía en que este 2 de noviembre, Día de los Difuntos, podrá recuperar un poco su economía. Han levantado toda la estructura metálica con cajas de tomates para proteger de la lluvia los materiales de su floristería. Desde la tarde el calor y el sol directo entristece los productos y no le hace bien la salud. En la reinvención, los comerciantes optaron por invertir $30 para protegerse y proteger sus ventas con sombrillas playeras.

El Mercado San Miguelito fue el sexto mercado municipal que se quemó en 2021. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Más de la mitad del Mercado San Miguelito fue consumido por el incendio y todo el edificio ha sido clausurado por las autoridades salvadoreñas. La columna de humo alcanzó tal altura que desde 10 kilómetros de distancia se podía ubicar el desastre que ocurría en San Salvador. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Más de un mes ha pasado desde el 22 de septiembre. Personal de la alcaldía municipal aún trabaja en la remoción de los escombros. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
El Mercado San Miguelito es el tercer mercado municipal más grande de San Salvador. Tiene la capacidad de albergar hasta 1,206 establecimientos comerciales. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
El Mercado San Miguelito tiene orígenes que se remontan a la década de 1940. Hoy es popularmente reconocido por la variedad de arreglos florales, naturales y artificiales, que ofrece al público. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Casi 20 negocios que se dedican a la preparación de alimentos se tomaron parte de la 19 Calle Oriente. De un edificio abandonado se han valido para colgar plásticos de un extremo y con varas de bambú como columnas se han edificado su propio techo. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Los negocios especializados en la preparación de alimentos han tenido que comprar el agua a los vecinos del Mercado San Miguelito. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Cada negocio de alimentos en el Mercado San Miguelito tiene en promedio tres empleados. Desde el incendio, tienen más de un mes de tener sus cocinas, mesas y demás accesorios a la intemperie. Cada tormenta es una amenaza para ellos. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Sobre la Avenida Monseñor Romero han sido construidos los módulos para todos los negocios de alimentos preparados. Los comerciantes lo único que solicitan a la alcaldía municipal de San Salvador es que les puedan instalar grifos para tener agua potable. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Según los datos de la alcaldía de San Salvador son 800 módulos de lámina los que improvisaron y ya entregaron a los vendedores del mercado. Estos están distribuidos entre la Avenida España, 21 Calle Oriente, Pasaje María Auxiliadora, Pasaje Lindo y Avenida Monseñor Romero. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Con cajas de tomates una familia ha levantado el suelo de su negocio, para que la corriente de agua que provocan las lluvias no deteriore los productos que utiliza para su floristería. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Sobre la Avenida España todos los negocios reciben la luz del sol de forma directa después del medio día. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Sin árboles o un techo más amplio sobre sus módulos, los comercios del Mercado San Miguelito improvisan para proteger sus productos, y evitar problemas de salud. La mayoría invirtió $30.00 dólares en sombrillas playeras. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Módulos de lámina que ha habilitado la Alcaldía de San Salvador en las calles y avenidas que rodean el Mercado San Miguelito. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Sobre el Pasaje María Auxiliadora están ubicados todos los negocios que venden productos lácteos, granos básicos, vegetales, etc. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
Las floristerías que desde años cuentan con un local fuera del Mercado San Miguelito también sufren los efectos del incendio, porque los accesos en vehículo han cambiado con la instalación de los módulos provisionales. Foto FACTUM/Gerson Nájera.
La alcaldía municipal de San Salvador aún no se ha comprometido con una fecha para restaurar el Mercado San Miguelito. Foto FACTUM/Gerson Nájera.

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