Unas 165 mil personas que residen en San Salvador esperan ser abastecidas con agua del lago de Ilopango. Lo que no le han dicho a esas personas es que el agua del lago no se puede potabilizar a causa del enorme cóctel de metales pesados que contiene: arsénico, plomo, mercurio, cadmio, y otros elementos tóxicos que flotan en sus aguas. Las comunidades que viven en los alrededores del lago tienen que sortear esa contaminación en su día a día porque dependen de él para subsistir.
Foto: Jessica Orellana
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