Colombia, hija bastarda de la revolución
Colombia, así como todo el arco iberoamericano, asume como personales retos que le son ajenos, porque de su falta de madurez se destila la incapacidad para autogobernarse.
Colombia, así como todo el arco iberoamericano, asume como personales retos que le son ajenos, porque de su falta de madurez se destila la incapacidad para autogobernarse.
Todas las ideologías que dieron forma a nuestra moderna edad de consumo se empeñaron en desterrar cualquier autoridad que pusiera en peligro la libre satisfacción de nuestras preferencias. Pero su éxito fue nuestra desgracia.
La autoridad sigue el siguiente patrón: se revela primeramente como coacción (¡obedece!), regresa como autocensura (¡prefiero no tener que (…)!) y finalmente se resuelve como farsa (acato para protegerte de mí).