“Sol Invictus”, el regreso de Faith No More

[La siguiente reseña ha sido posible gracias a un duende travieso que quiso, por pura casualidad, que escucháramos el disco “Sol Invictus” con anticipación, ya que este será publicado oficialmente hasta el próximo mes de mayo. Por ahí dicen que la piratería hizo posible que el álbum se colara a los torrents en internet, pero de eso no sé nada. A mí que me registren. Sostengo la versión de que un duende travieso, lector asiduo de Revista Factum, me dejó el disco debajo de la almohada a cambio de una muela caída en acción]

Comienzo con poco de orientación básica para los distraídos, si acaso fuera necesario: Faith No More es una gran banda de rock.

Y también un poco de contexto: Faith No More (FNM) –además de ser una gran banda de rock y de poseer ese gran nombre– ha estado ausente de las cada vez más agonizantes estanterías de venta de discos por 18 años. La espera por volver a escuchar su música con la ansiedad de la novedad, como verán, ha sido bastante larga.

No a cualquiera se le espera tanto tiempo. Hace casi 17 años, el 20 de abril de 1998, la banda originaria de San Francisco, California, anunció oficialmente su separación. Y aunque volverían en 2009 para realizar una gira con la cual poder liquidar deudas y mantener los vicios, el verdadero regreso es el del presente, el de la publicación de “Sol Invictus“, un nuevo disco, y que para el dolor de Ipecac Recordings, ya fue filtrado ilegalmente en internet, pese a que el material será lanzado oficialmente hasta el próximo 19 de Mayo.

Para terminar el contexto básico, lo siguiente:

  • Faith No More es una banda veterana. Nació en 1981, aunque la verdadera notoriedad mundial llegó diez años después, con el éxito de la canción “Epic”.
  • Está integrada por los músicos Mike Bordin (baterista), Roddy Bottum (tecladista), Billy Gould (bajista y productor), Jon Hudson (guitarrista) y Mike Patton (vocalista).
  • Mike Patton, el cantante de la banda, es una de las personalidades del rock que más devoción ha arrancado en las últimas dos décadas entre miles de fans que, además de FNM, han acompañado sus otros proyectos musicales (Mr. Bungle, Fantômas, Tomahawk e incluso sus incursiones con The Dillinger Escape Plan).
  • Definir el género musical de Faith No More siempre ha sido complicado. Lo cierto es que es una banda de rock con múltiples influencias. Muchos suelen atarlos a la escena metal, pero incluso ellos mismos rehuyen a esa etiqueta. FNM mezcla estilos de heavy metal, funk, hip hop, rock alternativo, rock progresivo, hardcore, punk, jazz, hard rock, pop, soul y hasta gospel. Digamos pues que es un colectivo de artistas alérgicos a la manía de izar banderas y designar fronteras musicales.

Aquí el video clip de “Epic”, el gran éxito de Faith No More… y que no, repito, no define el estilo de esta banda:

[Si después de escuchar “Epic“, aún desconoce a Faith No More, entonces deje de perder el tiempo leyendo esto. Vuelva al kinder del rock. Comience con Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Chuck Berry y The Beatles. Y cuando por fin llegue al bachillerato, entonces sí, regrese a este apartado]

Sol Invictus

Al toro por los cuernos. La mejor manera de comenzar a comprender lo que el nuevo disco de Faith No More propone es a través de lo que ellos mismos han explicado, por ejemplo, en diversas entrevistas.

“No hay nada peor que sonar como que estás tratando demasiado duro de sonar bien[…] Somos bastante afortunados por haber sido capaces de salvar nuestra amistad y nuestra relación creativa. Yo no conozco a nadie que pueda disfrutar de esa oportunidad ”

–Roddy Bottum en entrevista con KQED.

“Siempre hemos sido una agrupación de influencias muy diversas. Ha sido así durante todo el registro de Faith No More. Todos tenemos una sed de música, todo el mundo tiene valores en diferentes tipos de música. Es entonces cuando la banda realmente entra en su elemento, cuando todo viene junto, cuando todo está representado… Eso es Faith No More para mí.

No podemos arar el mismo campo cada vez. Eso no es lo que somos. Nuestros chicos se aburrirían y sería deshonesto.

Y todo eso está representado en este álbum (“Sol Invictus”). Tienes a nuestro cantante, Mike [Patton], con su gama de talentos y amplitud de habilidades. Nuestro bajista es especialmente talentoso en la creación de estos ambientes y entornos con su producción y arreglos. Las ideas de todos están en este disco. Hay suficiente rock, hay suficiente crisis, hay suficiente melodía, hay suficiente oscuridad. Todos los elementos están ahí.

– Mike Bordin en entrevista con Music Feeds.

“Creo que lo que estamos haciendo refleja a donde hemos ido desde que hicimos nuestro último disco como Faith No More. Pero creo que este disco patea las cosas a un nivel superior. Hay partes que son muy poderosas y hay partes que tienen una gran cantidad de ‘espacio’. Todo lo que hacemos, con nuestra química, nuestra forma de jugar… siempre va a sonar como nosotros. Es sólo lo que hacemos, que nos hace sentir bien. Esperemos que no suena como un montón de hombres de 50 años de edad … (ríe)… que es lo que somos”.

– Billy Gould en entrevista con Rolling Stone.

El arte de la portada de "Sol Invictus", nuevo disco de Faith No More después de 18 años sin publicar material nuevo.

El arte de la portada de “Sol Invictus”, nuevo disco de Faith No More después de 18 años sin publicar material nuevo.

La semilla de “Sol Invictus” fue plantada en los conciertos que la banda ofreció en el regreso a los escenarios de 2009. Pasaron algunos años, pero luego decidieron reconocerse nuevamente en el estudio privado del bajista Billy Gould, quien sería finalmente el productor del disco.

El álbum –que es el séptimo de la banda– consiste en diez canciones y casi 40 minutos de duración. Su título (“Sol invictus”) proviene del nombre del dios romano Sol, quien era el patrón de los soldados romanos y objeto de culto del emperador Aureliano.

Inicia con el tema que da nombre al disco, una canción oscura, casi gótica y que va tomando fuerza a medida avanzan los compases y se articula en gran medida el trabajo de rangos vocales de Mike Patton y los arreglos de piano de Roddy Bottum.

El giro es drástico cuando suena “Superhero”, una de las canciones más metaleras del disco y quizás una de las que mejor recepción podría tener de parte de la audiencia. Seguramente Faith No More identificó lo mismo y la eligió como segundo sencillo del disco. 

Go Go Go Go…

Superhero
I’m tugging on your cape
Tell me will your sons
Know their father one day

Leader of men
Leader of men
Get back in your cage
Will you be one of them?

Like an American drug
Makes a mean cock grow
Turns a coward to a priest
Makes a superman of you

Go Go Go

The S on your chest
You’re feeling like a god
An order of animal
We try to find a rod

Superhero, Sensei, Nero, smiling, hiding, riding, flying, sighing, sumo

A continuación aparece el tema “Sunny side up”, cuya principal virtud es rescatar la esencia del sonido de la mejor época de FNM, a finales de los ochentas, con aquel histórico “The Real Thing”.

Luego llega el tema “Separation Anxiety”, una muestra del talento que Billy Gould posee no solo como productor, sino también como bajista. Esta es una canción donde las cuerdas brillan y acaparan el protagonismo.

Aparece entonces una de las canciones más interesantes de todo el disco: “Cone of Shame”, de la cual ya existía un adelanto a través de un video de un concierto en Japón. De nuevo el talento de Patton destaca en gran manera en esta canción, al mostrarnos hasta cinco maneras distintas de utilizar su registro vocal. El camino de esta canción es impredecible y va sorprendiéndonos gratamente, dejando a su paso sonidos del mejor Tomahawk y de influencias remotas como Killing Joke. 

A continuación llega el tema “Rise of the fall”, que quizás sea la más compleja de todas las canciones del disco, porque logra mantener la esencia de FNM pero a la vez incorpora sonidos más en boga en la escena musical actual. Esta canción catapulta el trabajo de guitarras de Jon Hudson como uno de los mejores que FNM ha propuesto en toda su historia. Sugiero que se escuche esta canción poniéndole especial énfasis a los pequeños arreglos de guitarra que esta canción demuestra en poco más de cuatro minutos. “Rise of the fall” inicia con la simpleza del rock moderno y luego alcanza una complejidad casi teatral que no está al alcance de muchas bandas célebres de hoy en día. Aquí es donde se nota la madurez de medio siglo en estos caballeros.

“Black friday” es probablemente la canción menos destacada del disco, sin que llegue a ser deplorable. Quizás brilla menos porque, a diferencia del resto de canciones, es un poco más predecible y menos innovadora.

Aparece entonces el primer sencillo que se dio a conocer del disco, el tema “Motherfucker”, una canción que el tecladista, Roddy Bottum, definió como “un tema que habla sobre la rendición de cuentas”.

La canción se va desarrollando de acuerdo a su gran fortaleza, la construcción de voces. Una canción así funcionaría perfecta para el gospel y podría armonizarse a capella sin necesidad de instrumentalizarla. Su virtud está en el mensaje y en el brillante trabajo –una vez más de Patton– en las vocalizaciones y en el coro que va enredándose en la psiquis como un mantra contagioso. 

El disco finaliza con los temas “Matador” y “From the dead”.

El primero de ellos parece de otra época, parece de una ópera rock al estilo Andrew Lloyd Webber. “Matador” fue la primera canción que Faith No More escribió después de la reunión de 2009.  Se trata de una composición de Billy Gould y que bien podría entenderse como la razón que motivó a FNM a retomar la creación de nuevas canciones juntos. Si un escucha ajeno contemplara esta canción y luego escuchara “Superhero”, no creería que se trata de la misma banda. Es lo que tiene Faith No More, que te lleva de la mano a lo largo del disco a comprender que ese cruce de ideas no es tan incoherente y que procede de la misma fuente creativa.

“From the dead” cierra el disco y lo hace con una melodía llena de brillo, muy distante a la oscuridad casi gótica con la que inicia “Sol Invictus”. Hay un cuerpo robusto de guitarras acústicas que se fusiona con arreglos corales y un ritmo básico en el que las percusiones cumplen funciones casi decorativas.

Después de 18 años, esperando un nuevo disco de Faith No More, no es casualidad que este, cuando por fin llega al cierre de cortina, finalice con la siguiente frase:

“Regresar de entre los muertos… ¡Bienvenido a casa, mi amigo!”

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