Sistema educativo: bachilleres intelectualmente deficientes

[En estos días, Revista Factum está cumpliendo un año de existencia. Uno de nuestros principales objetivos ha sido siempre el de brindarle la oportunidad a jóvenes emergentes del periodismo salvadoreño y centroamericano para que expresen sus opiniones. Dimos por nombrar a esta sección como “Los Rookies” y hoy la retomamos con la opinión de Susi Stefanny Galdámez Meléndez, estudiante de cuarto año de periodismo en la Universidad de El Salvador]


Año con año, más de veinte mil bachilleres aspiran entrar al máximo centro de estudios superiores de país, la Universidad de El Salvador (UES). Sin embargo, solo mil estudiantes logran aprobar la prueba de admisión. Para nadie es sorpresa que la cantidad de estudiantes admitidos sea mínima, y muchos resaltan que esta situación se debe a la falta de espacio dentro de la misma.

Sin embargo, esta no es la única problemática del ingreso a la UES. El dato más preocupante de esta situación es que alrededor del 98% de los aspirantes reprobó la prueba.

Pero, ¿a qué se debe esto? ¿Será acaso que nuestro sistema educativo no forma bachilleres verdaderamente analíticos? Quizás lo podemos comprobar cuando vemos el resultado de un 5,6 de nota promedio en la máxima prueba de aprendizaje y aptitudes para estudiantes de educación media (la PAES).

Se trata de estudiantes sin una formación verdaderamente académica y que es alimentada por el gobierno con mecanismos que lo único que hacen es “acomodarlos”, como por ejemplo en el caso de realizar la prueba PAES en dos días y aun así no obtener ni siquiera un seis de nota global en esta prueba. Estos resultados contradicen los objetivos del Plan Educativo 2021, que fijaba metas amarradas a tendencias internacionales, como los Objetivos de Desarrollo del Milenio y los de la Organización de Estados Iberoamericanos.

Y qué decir del porcentaje asignado a la educación del país. Resulta evidente que si deseas algo bueno, debes invertir mucho para alcanzarlo. Pero con un 3% del Producto Interno Bruto a la rama estudiantil, esta cartera de Estado sin duda tendrá muchas deficiencias que se ven reflejadas en los mismos estudiantes de educación media.

Para alcanzar un éxito rotundo en el sistema de educación se debe crear un mecanismo que involucre de manera real a docentes, estudiantes y, ¿por qué no? ¡A padres de familia! Es necesario superar la práctica de crear solo programas que intenten tapar las problemáticas deficientes en el sistema educativo, como ocurre con las inicitiavas de “un niño una computadora” o “un vaso de leche”. El paquete de uniformes estudiantiles —que si bien es cierto ayuda a la comunidad estudiantil— no reduce la deficiencia académica del país.

Twitter de Susi Galdámez Meléndez: @SuziGaMez

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