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“Hay hechos que implican a Cristiani en las mentiras”

Almudena Bernabéu es la abogada española que representa a las víctimas de la masacre de la UCA, en nombre del Centro para la Justicia y Rendición de Cuentas (CJA, en inglés), ante la Audiencia Nacional de España desde 2008. Desde entonces ha participado en las investigaciones ordenadas por el juez Eloy Velasco y en las propuestas por la querella particular y la fiscalía española; ha hablado con testigos oculares de los asesinatos de los sacerdotes jesuitas y sus empleadas, y con algunos de los autores materiales de esos crímenes, a quienes llevó a testificar a Madrid. El 19 de agosto de 2015 se despertó muy temprano para seguir desde la computadora de su casa en San Francisco lo que pasa en un pequeña corte de Greenville, Carolina del Norte, al otro lado de Estados Unidos: ahí, el coronel Inocente Orlando Montano escucha alegatos a favor y en contra de su extradición a España para responder por los crímenes en la UCA. Bernabéu sabe que de lo que decida la jueza Kimberly Swank en Carolina depende que el juicio español siga su curso. En la mente de la abogada hay muy poco espacio para la duda: Montano irá a Madrid. En esta entrevista con Revista Factum habla de las formalidades del proceso español, del papel del expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) en el caso, de la negativa del ex presidente Mauricio Funes de capturar a los militares implicados que vivían en El Salvador en 2011, cuando el juez Velasco extendió órdenes internacionales de arresto y de las implicaciones que podría tener lo que pase en Madrid con la Ley de Amnistía en El Salvador.


“La administración Funes tuvo miedo de cambiar las cosas de verdad”.

¿Qué puede pasar hoy (19 de agosto) en Carolina del Norte?

Pueden pasar tres cosas. Podría decidirse hoy: la jueza puede estimar que puede tomar la decisión de aprobar la solicitud de extradición que en este caso interpuso el Departamento de Justicia; podría pasar que ella quiera mirar despacio los argumentos presentado tanto por fiscalía como por la defensa de Montano, que hoy concluyera el proceso, pero que ella se tomara un par de semanas para escribir esa decisión dada la importancia de la persona que se solicita o del crimen del que se trata; o podría pedirse un retraso mayor… La verdad es que legalmente todo es posible. Si todo fuera como normalmente suele ocurrir en estos procesos la jueza decidiría hoy si Montano es extraditable o no, y quizá decidiría tomarse un tiempo si es que ella quiere dejar constancia escrita de su sentencia. Ella puede también puede emitir sentencia desde su banco (hoy mismo en la corte), pero creo que se tomará su tiempo para escribirla.

Si la jueza Swank decide que el coronel Montano es extraditable, ¿qué pasa luego? ¿Hay alguna oportunidad de apelación para la defensa o va el coronel directamente a España?

La decisión de extradición no es apelable. Lo único que le quedaría a Montano, pero que va por otra vía, sería presentar un hábeas corpus alegando cuestiones humanitarias; y, por cierto, su abogado ya hizo uso de un hábeas corpus para solicitar que se le declarara en libertad por cuestiones de salud, pero ya se le negó dos veces, por parte de la jueza Swank y por un juez federal de Carolina del Norte. En resumen, la decisión no es apelable, pero él podría recurrir al hábeas corpus. La práctica jurídica dice que esos recursos, salvo situaciones excepcionales, no suelen tener éxito.

¿Qué pasa en Madrid si el coronel llega ante el juez Eloy Velasco para responder por la masacre de la UCA?

Como sabes Montano en estos momentos está detenido a la orden de las autoridades policiales de Estados Unidos por petición del gobierno español y del juez Velasco. Montano viajaría custodiado y al llegar a Madrid ingresaría inmediatamente a una prisión porque es una persona sujeta a proceso. Hay un plazo que nos obliga a todas las partes en el proceso en España, un plazo de seis meses para este tipo de caso, prorrogable por tres más… Yo creo que estaríamos hablando de un plazo de seis meses máximo que él estaría en la cárcel mientras se prepara la sala y el panel de tres jueces que escucharían la acusación, en este caso nosotros y la fiscalía de la Audiencia Nacional. Hay que hacer un escrito grande de relación de la prueba, que marca la apertura de juicio. La fase de instrucción queda cerrada y se abre la fase de juicio. Es importante aclarar que todo el tiempo que Montano ha estado en la cárcel en Estados Unidos, sujeto al proceso de extradición, y el tiempo que permanezca preso anterior a la apertura de juicio computa a su favor en caso de que recibiera una sentencia condenatoria.

Volvamos a Carolina del Norte, ¿qué pasa si la jueza decide que el coronel Montano no es extraditable?

La verdad es que es un escenario que tampoco se conoce mucho. Pero hay que pensar una cosa y es que el Departamento de Justicia, de una forma inédita, ha entrado con una fuerza y coherencia enorme. Desde que Montano fue condenado por fraude migratorio la oficina del fiscal de Massachusetts no dejó el caso ni un segundo. Además, el Departamento de “Homeland Security” está viendo el proceso muy de cerca. A este señor en libertad no creo que se le deje. Si no se le aprueba la extradición, lo cual sería lamentable porque todos conocemos la realidad en El Salvador respecto a este tipo de individuos, él sería deportado de inmediato. Este señor no se va a quedar en Estados Unidos.

“El juicio va a reconstruir un momento muy importante para la historia salvadoreña, de su historia de impunidad. El señor Montano nos va a permitir eso, así que siempre agradecida.”

Cada año se recuerda a las víctimas de la masacre de la UCA y se exige justicia en El Salvador. Foto de Francisco Campos.

Cada año se recuerda a las víctimas de la masacre de la UCA y se exige justicia en El Salvador. Foto de Francisco Campos.

¿Qué prevés del juicio en Madrid: es Montano el único que deberá responder por un crimen, como la masacre de la UCA, que tuvo tantas implicaciones históricas para El Salvador, y en el que hay involucrados otros militares?

Ese es el bastión extraño que va a tener que cargar Montano, pero la verdad es que la presencia de un solo imputado, en este caso Orlando Montano, permite abrir el juicio. Este juicio, desde mi punto de vista, es un juicio que va a remover cosas que son muy importantes para el pueblo salvadoreño. En este juicio se van a contar verdades que todo el mundo conoce en parte gracias al trabajo de las nuevas generaciones; se va a hablar de la incidencia de los acusados en la realidad salvadoreña; se va a hablar de muchas de las mentiras que elaboró un Ejército tan poderoso en aquellos años con la alianza de los Estados Unidos y creo que eso será fascinante; mentiras que incluso oficiales norteamericanos –algunos de los cuales pasarán por Madrid si todo sale bien– han estado desempolvando y reconociendo como mentiras. También se hablará de lo que pasó en aquella ofensiva, por qué se mató a sangre fría a los jesuitas y cuál era la intención del alto mando del Ejército al matarlos. Así que efectivamente a través de una persona estás juzgando la historia de muchas. A través del punto de vista histórico eso no importa, porque el juicio va a reconstruir un momento muy importante para la historia salvadoreña, de su historia de impunidad. El señor Montano nos va a permitir eso, así que siempre agradecida.

¿Qué pasa con los civiles salvadoreños que en su momento fueron acusados o mencionados en relación a la masacre de la UCA? En 2000 la Fiscalía salvadoreña pidió investigar al expresidente Alfredo Cristiani, aunque luego pidió que lo exoneraran. Ustedes mismos lo pusieron como acusado cuando abrieron el caso en Madrid.

Para aclarar un poco lo que ocurrió con el expresidente Cristiani. Nosotros ahondamos un poco en la investigación que la UCA hizo desde el año 95, y nosotros incluimos al presidente Cristiani por incumplimiento. La prueba contra el presidente Cristiani, por declaraciones, por visitas a la cárcel, por documentos falsificados… Hay una serie de hecho irrefutables que implican aun al presidente Cristiani en las mentiras, de creaciones de condiciones ficticias… El presidente era un tipo muy listo si lo piensas, porque de cara a la galería como decimos en España, de cara al público y a Estados Unidos de América, él siempre está diciendo que está investigando esto, cuando los mecanismos de investigación que construye son una vergüenza. De eso nunca hubo ninguna duda, ni la tuvo el juez Velasco, pero lo que yo cuento siempre, y me gusta contarlo porque el presidente Cristiani sigue siendo una persona muy activa apoyando a estas personas, que busca abogados en Madrid para Montano y otros procesados… pues quiero contar abiertamente que él (Cristiani) mandó a Madrid, y eso me consta por miembros del Ejecutivo español en aquel momento, que él manda a Madrid a gente en su nombre para pedir que se le quite del caso. Yo creo que él se basa en su buena relación con funcionarios del partido socialista que estaban en el poder en los 80 y 90 cuando el crimen y la investigación tuvieron lugar. Pues todo eso tuvo su efecto: sin duda alguna las órdenes en la Fiscalía en España –que es de una estructura profundamente jerárquica, como un Ejército en chiquito– las órdenes fueron no tocarle. Cuando yo como acusación intento involucrar a una persona como imputada la Fiscalía tiene el derecho de adherirse o de anularme. En este caso la fiscalía apeló contra la inclusión de Cristiani en la causa. Yo de todas maneras creo que el juicio va a destapar cosas que aún no sabemos. Yo creo que este juicio va a generar consecuencias en El Salvador, porque la gente va a destapar documentos, testimonios… Eso me pasó en Guatemala (en casos de militares juzgados por crímenes de guerra).

“En Madrid se va a hablar de las mentiras que elaboró el ejército salvadoreño en alianza con Estados Unidos”

¿Eso que puede salir en el juicio son elementos que ya aportaron algunos de los testigos?

Sí, y a la posibilidad de que haya otras personas que se decidan a acercarse a testificar o a proporcionar información de manera voluntaria. Ahora mismo hay mucha desigualdad entre los acusados, porque ha habido protección para algunos de los militares que eran miembros muy poderosos del alto mando. Habrá mucha presión, porque todos estos tipos están en El Salvador, y aunque no sé si tienen la capacidad o no de hacer daño o de intimidar, y porque hay un pacto, me consta, de los miembros del batallón Atlacatl que viven en El Salvador, y algunos ni siquiera están en El Salvador. Me imagino que todos han tenido muchas conversaciones sobre el miedo que este caso les está causando. Cuando el caso empiece creo que el tono de las cosas cambiará y los miedos se disiparán. No creo que todas las personas implicadas vayan a reaccionar de la misma manera. Yo anticipo algunas sorpresas.

¿Qué pasó con este caso en la administración del expresidente Mauricio Funes? ¿Por qué ese gobierno cambió de apoyar a la justicia española a proteger a los militares requeridos por el juez Velasco?

Lo que pasó ahí fue miedo de cambiar las cosas de verdad. Creo que el presidente Funes permitió que su ministro de Defensa protegiera a estos tipos con el acuartelamiento… El presidente podría haber dado la fuerza necesaria a la Corte Suprema de Justicia para que las cosas hubiesen sido distintas… Esa detención decidía el tono del caso para los próximos años. Creo que la administración no tuvo la capacidad de asumir este cambio. Fue miedo.

Almudena Bernabéu es la abogada española que representa a las víctimas de la masacre de la UCA, en nombre del Centro para la Justicia y Rendición de Cuentas (CJA, en inglés), ante la Audiencia Nacional de España desde 2008.

Almudena Bernabéu es la abogada que representa a las víctimas de la masacre de la UCA en nombre del Centro para la Justicia y Rendición de Cuentas (CJA, en inglés) ante la Audiencia Nacional de España desde 2008.

 ¿Crees que lo que pase en España pueda influir de alguna manera la posición de la Corte Suprema salvadoreña respecto a la Ley de Amnistía?

Absolutamente, y creo que esa va a ser la contribución más importante de este juicio, más allá de la búsqueda específica de justicia en el caso de los jesuitas. En El Salvador hay leyes y juristas decentes como para buscar liar la madeja. En la actualidad, si uno quiere ser legalista, hay bases para llevar al estado salvadoreño contra la corte internacional de justicia y demandarlo por contravenir convenciones suscritas. Se habló, por ejemplo, de cosa juzgada de forma fraudulenta (con el juicio de 1992), algo que ya ha sido reiterado con una resolución de altísima calidad por el Tribunal Supremo español. Y se han aplicado autos y sentencias que se han hecho eco de una resolución de Naciones Unidas que entiende la amnistía como un pacto político y temporal. Desde el punto de vista jurídico ese tipo de amnistía no existe en ninguna parte del mundo, solo se aferran a ella militares y en el caso de El Salvador algunos miembros del FMLN. De aquí pueden salir argumentos a los miembros de la Corte Suprema salvadoreña que tienen la idea de dar fuerza a la salida de esta amnistía. Esto no va a significar una lluvia de casos en El Salvador, va a reforzar a las instituciones fiscales y policiales en El Salvador y va a empoderar a las víctimas.