¿Indiferencia?

Muchas personas brillantes en el campo de la sociología mencionan que la violencia es la última expresión cuando a la gente no se le escucha. ¿Tendrá lógica? Si analizamos en unas palabras a nuestro querido El Salvador creo que se adapta a la siguiente frase:

“Las personas no son escuchadas”.

Hemos caído en un juego bipartidista en el que lo que menos se escucha es al pueblo. Solamente impunidad, muerte, dolor, resignación, revanchismo, etc. Esto se escucha todos los días en las noticias y en muchos programas de opinión, espacios que en lugar de tratar el tema como algo serio, lo hacen simplemente para tener audiencia.

Hoy por hoy el país está pasando muchos acontecimientos y efervescencias sociales que, a mi punto de vista, pueden ser dañinas para un futuro próximo en nuestra sociedad. Por un lado, un Gobierno que trata de dar una impresión de un buen camino, aunque para muchos —y no falta ser adivino— no parece serlo. Y por otro lado, una oposición destructiva y no constructiva, que trata de borrar un pasado oscuro y hacer creer que son algo nuevo. Así mismo, existen miles de personas clamando justicia, viendo casos de corrupción, casos de impunidad, pero nadie hace ni dice nada.

La indiferencia es la causa de muchos factores estructurales y coyunturales que tenemos hoy en día, factores que se salieron del control, ya sea con interés para unos pocos o por falta de capacidad de funcionarios en esos momentos. La indiferencia no es nueva, ha perseguido a nuestro país a través de la historia y habla mucho acerca de la poca memoria histórica que tenemos como ciudadanos.

No puedo creer, como salvadoreño, que todo esté perdido. Siempre he creído que el pueblo es sabio y las situaciones pueden tener un cambio, pero no debemos de caer en el juego de palabras y ataques. El fortalecimiento de las instituciones es lo principal, entender que muchas personas —que fueron y serán enemigas de la democracia— permanecen como una sombra que entorpece el camino de otras que realmente quieren sacar adelante este país.

Creo que existirán opciones nuevas y, mientras el juego sea el de la democracia, hay que respetar esas reglas y construir nuevas vías. Por eso no seas indiferente. Analiza y concluye, para que El Salvador sea un verdadero estado de derecho.


 

[Ricardo Argueta Corado forma parte de las nuevas voces que en Factum hemos dado en llamar “Los Rookies” y que consiste en un colectivo de nuevas plumas que aprovechan nuestro espacio para dar a conocer sus opiniones y su visión de mundo. Facebook es su red social de contacto]

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