Cinco augurios osados sobre la temporada 2015/16 en la Liga Premier

¿Recuerdan aquellas jornadas de lunes por la noche en Canal 4 a principios y mediados de los noventa? Pues aquellos que cuenten ya con las canas como prueba y testimonio sabrán que en aquellos años –y sus noches de cada comienzo de semana– un clan prematuro pagaba con desvelos el gusto de apreciar el desarrollo de la naciente Liga Premier del fútbol inglés, que había llegado desde 1992 a renovar la extensa tradición de la First Division.

Aquello prometía. Nuevos contratos en los derechos televisivos, su expansión global y el cada vez más accesible contacto con la televisión por cable en el tercer mundo convirtieron la promesa en realidad. Ahora, con 23 años de desarrollo en el lomo, la Liga Premier de Inglaterra puede decir que es la competición local de clubes más adinerada en el planeta.

Sí, es innegable que en El Salvador la preferencia por la Liga Española es abrumadora. La obsesión por el FC Barcelona y el Real Madrid es un caso de estudio, pero quizás el oxígeno debe tener otras propiedades en rincones más remotos, como por ejemplo en China, el mercado más grande del mundo, donde el fútbol inglés es todo un fenómeno. Los derechos televisivos a nivel internacional para 2016/17 le representarán a la Premier cerca de  860 millones de euros ($938 millones de dólares), y gran parte de ello se debe a la gran popularidad que el fútbol inglés genera en el mercado asiático. La Liga Premier generó ingresos de 3 mil 898 millones de euros en la temporada 2013/14, una cifra que representó para entonces un 70% más de lo que generó en ese año la Bundesliga alemana; mientras duplicaba desde ya a La Liga española.

Pero también en nuestra región la popularidad del fútbol inglés ha crecido una monstruosidad. Por las calles lo vemos, lo escuchamos, lo presentimos. De cada diez aficionados al fútbol mundial, la gran mayoría lucirán con orgullo el azulgrana o el blanco, pero uno o dos portarán el azul del Chelsea, el rojo de Manchester United, Liverpool o Arsenal y hasta habrá citizens guanacos que vistan el celeste.

Por eso, porque sabemos de la imparable popularidad de esta liga, nos animamos a lanzar el siguiente conteo de predicciones osadas para la temporada 2016/17 en ese fútbol donde tirarse clavados está mal visto, donde los hooligans –contrario a lo que nos quieren vender– se resisten a desaparecer, donde el ritmo vertiginoso es ley y donde en una tarde/noche cualquiera, el equipo con menos pedigrí es capaz de vencer a cualquiera de los todo poderosos millonarios.

No se trata, por ende de predecir lo obvio, como por ejemplo, que los primeros cuatro lugares se repartirán entre los mismos seis candidatos usuales; o que Mourinho será el mismo y genial antipático de siempre; o que Jack Wilshere se lesionará pronto (¡Oooops! ¡Eso ya sucedió de nuevo y ni ha comenzado el campeonato!). Más bien se trata de predecir lo improbable, aquello que no se perfila en la obviedad, aquello que se antoje arriesgado vaticinar, aunque los cálculos se basen en información real, más allá de simples presentimientos o lectura de astros.

Arranquemos pues…

5) Bournemouth será la revelación de la temporada

Lo decía párrafos atrás. La competitividad de esta liga es algo alucinante. No resulta extraño ver que en una jornada cualquiera el último clasificado derrote al líder. El reparto de dinero televisivo –mucho más equilibrado que en España, por ejemplo– hace posible que los equipos chicos puedan reforzarse bien y competir.

El Athletic Football Club Bournemouth es mi gallo tapado para dejar boquiabiertos a muchos esta temporada. Y ojalá que, por simple aire de romanticismo canchero, no me equivoque. El Bournemouth fue el mejor equipo de la League Championship (la liga de ascenso inglesa) en la temporada pasada y lo hizo con fútbol vistoso, pero a la vez práctico (90 puntos, 98 goles a favor y apenas 8 derrotas).

Se trata de un club que posee un estadio con un aforo de apenas 11 mil personas.  Y desde ahí buscan desafiar a equipos como el Manchester City, que solo en el fichaje de Raheem Sterling gastó más que todo el Bournemouth en los suyos.

El éxito de este equipo dependerá en buena parte en el trabajo de su técnico, Eddie Howe, un ex jugador inglés que, pese a haber sido defensor, presenta un fútbol bastante ofensivo. Al concluir la temporada pasada, Howe fue premiado como “mejor manager de la década en la Football League”, ya que logró el ascenso del Bournemouth desde la Football League Two (4° división de Inglaterra) hasta la Premier League.

La realidad actual de este club es una historia de película.

Auguro buenas cosas para este equipo, como por ejemplo una lucha digna por clasificar a Europa League.

4) Memphis Depay se elevará como nueva súper estrella mundial

Ya fuimos testigos de un atisbo de su talento en la Copa del Mundo de Brasil 2014, pero el holandés Memphis Depay aún tiene mucho por mostrarle al mundo. El segundo año de Louis van Gaal al comando del Manchester United comenzará a rendir cosecha abundante para un club que se ha gastado (de nuevo) una millonada (83 millones de euros) en los fichajes de Memphis Depay, Bastian Schweinsteiger, Sergio Romero, Morgan Schneiderlin y Matteo Darmian.

Lo fácil sería decir que, de todos ellos, el que más impacto tendrá será el campeón del mundo Bastian Schweinsteiger, pero la juventud y talento de Depay también puja fuerte. Sin ser un jugador que se mueva en el área rival (sino más bien por las bandas), Memphis fue el máximo goleador de la Eredivisie holandesa el torneo pasado, al anotar 21 goles. Ahora que jugará con caras conocidas (como Daley Blind) y con el talento de Wayne Rooney o Juan Mata, lo del holandés será toda una explosión.

El United 15/16 de Louis van Gaal perdió en brillo y show con la marcha de estrellas en franco declive en sus carreras (Van Persie, Falcao, Di María) pero gana en obreros, en juventud y en disciplina. Justo lo que requiere para operar alguien como Van Gaal.

3) Manchester City pasará apuros para clasificar a la Champions League

Apostar contra un equipo que ha invertido océanos de petro-euros en los últimos años para permanecer en la élite del fútbol inglés es bastante arriesgado. Hablo de un equipo que cuenta con jugadores de la talla de Sergio Agüero (campeón goleador reinante en la Premier League), Raheem Sterling (el fichaje más caro de la temporada, con 69 millones de euros), o Yaya Touré (quizás el mejor centrocampista del campeonato en los últimos tres años).

Sí, los Citizens conformaron otra vez un equipazo. Pero mantengo serias dudas que me hace ubicarlos un par de escalones abajo del subcampeonato que alcanzaron la temporada pasada.

Esas dudas se basan en:

  • ¿Qué tanto serán capaces de sortear las lesiones los jugadores claves del equipo? Hablo de Agüero (27 años), Touré (32 años), Silva (29 años), Demichelis (34 años) y Kompany (29 años).
  • La profundidad de la banca no me da muy buena espina. El City está depositando mucha responsabilidad en las dos perlas británicas que acaba de comprar (Fabian Delph y Raheem Sterling). Del resto de opciones (los brasileños Fernandinho y Fernando; el español Navas; el marfileño Wilfried Bony; o el francés Nasri, no destaco el temple necesario para sacar el barco a flote para competir con el poderío que sí representa la notable mejoría de Arsenal y Liverpool, la estabilidad de Chelsea y la praticidad del Manchester United.
  • El arrepentimiento que tendrán por haber dejado ir a Edin Džeko al AS Roma. Sé que fue una buena venta (20 millones de euros por un futbolista de 29 años), pero el aporte que el bosnio le daba al equipo de Pellegrini era importante. Si el Kun llegara a caer por una lesión (algo bastante probable), la responsabilidad goleadora recaerá en Wilfried Bony. Eso podría terminar siendo muy costoso.

2) Las urracas volarán alto

El Newcastle United es un equipo de enorme tradición en el fútbol inglés. Su participación en la máxima categoría ha sido habitual y tras su camiseta albinegra hemos visto el talento de jugadorazos como Alan Shearer, Fautino Asprilla o Andrew Carroll.

Bajo el comando del técnico Steve McClaren (quien ya fue seleccionador de Inglaterra), el Newcatle pinta bastante bien para la temporada 2015-2016, y así olvidar los apuros que vivieron en la campaña pasada, cuando el equipo tuvo un inicio aterrador, aunque supo reponerse. Esa temporada se recordará a las “urracas” como un hospital ambulante, ya que fue el equipo que más sufrió por las lesiones. Si lograran evadir ese camino, el equipo cuenta con el talento suficiente como para pelear con los más grandes, al estilo de lo que el Southampton realizó en el 2014.

No es que con ellos haya ocurrido una revolución demasiado rimbombante, aunque la directiva sí han pensado en sangre joven (con 50 millones de euros invertidos en los fichajes de Georginio Wijnaldum, Aleksandar Mitrović y Chancel Mbemba) para renovar el esqueleto del equipo.

Quien estudie las contrataciones de los Magpies verá que ha habido mucho trabajo de caza talento en la Eredivisie holandesa, pues su plantilla está plagada de talento nutrido en esa liga: con el portero Tim Krul, el nuevo fichaje de Wijnaldum, así como otros como Vurnon Anita, Siem de Jong, Daryl Janmaat y Cheik Tioté.

El argentino Fabricio Coloccini sigue siendo su capitán y estandarte, pero además de él también debe rescatarse a otras figuras como Moussa Sissoko, Rémy Cabella y, especialmente, su goleador, el senegalés Papiss Cissé, de quien depende buena parte de la brújula que dirija el destino del vuelo de las urracas.

Al equipo lo veo colado entre las primeras cinco posiciones hasta la primera vuelta, para luego caer un poco, aunque no tanto como para quedar fuera de Europa League.

1) La décima segunda es la vencida en North London

Arsenal ha vivido un bullyng que ya parece eterno, aunque solo ha durado once años. Se trata del tiempo que lleva esperando revalidar un título como campeón de liga en Inglaterra.

El equipo de Arsene Wenger es el vigente bicampeón de la FA Cup, el torneo más antiguo de fútbol en el mundo, pero que no posee actualmente del prestigio que sí da la Liga Premier o la Liga de Campeones de la UEFA. En estos torneos Arsenal ha rebotado de fracaso en fracaso, al grado que parece bastante osado apostar que por fin esa sequía llegará a su fin. Sobre todo si uno toma en cuenta que, para la campaña 2015-2016, el equipo ha realizado solo una compra: la del portero checo Petr Cech, que por años defendió como un león la portería del Chelsea y que ahora se apresta a cobrarse el desprecio que recibió desde el año pasado, cuando fue relegado al banquillo blue por la sangre joven del belgaThibaut Courtois.

Entonces, ¿qué de novedoso presenta Arsenal este año para pensar que la 12ª sí es la vencida?

Pienso que la respuesta tiene que ver con la segunda mitad de la campaña anterior: Arsenal encontró el balance que necesitaba.

Y ese balance tiene nombre y apellido: Francis Coquelin.

El francés Coquelin fue la causa de la mejoría que Arsenal experimentó en la segunda mitad de campaña, al punto que llegó a trepar hasta la segunda posición, pero ya Chelsea había tomado demasiada ventaja.

Cuando Arsene Wenger entendió que necesitaba una fuerza destructora en el medio campo que diera respiro y espacio a sus abundantes armas creativas (Özil, Alexis, Cazorla, Rosicky, Wilshere), el equipo encontró el puente que necesitaba entre sus líneas.

Arsenal posee quizás la profundidad de banca más apabullante que pueda desafiar el reinado de Mourinho y los suyos. La pregunta es si tendrán el carácter. De momento, la primera prueba la pasaron con destacada actuación el fin de semana pasado, cuando vencieron a Chelsea en la Community Shield (1-0 en Wembley).

A excepción del centro delantero –donde hay públicas dudas acerca del temple de Olivier Giroud–, Arsenal cuenta con opciones suficientes como para crear dos equipos que  brinden la rotación necesaria para dosificar los compromisos de las cuatro competiciones que los principales clubes ingleses deben afrontar.

Mucho dependerá de cuánto puedan evadir dos cosas:

  • Las lesiones (apartado en el que han empezado mal, con la noticia de una nueva fractura en el tobillo derecho de Jack Wilshere).
  • Los egos (de los futbolistas que no sean los titulares habituales).

 

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