San Salvador. El Ministro de Defensa, el general David Munguía Payés, decidió hablar sobre el asesinato de Carlos René Guillermo Rivas Molina, hijo de un coronel retirado que acusa a la Fuerza Armada y al Estado salvadoreño de ayudar a planificar, ejecutar y encubrir el crimen.
Un sicario, identificado después como Félix Vladimir Girón Morales, mató a Rivas Molina el pasado 23 de abril. Aun con siete balazos en el cuerpo, la víctima logró disparar a su asesino. Y lo mató en el acto.
Al lugar del crimen, la casa de Rivas Molina en el número 12 de la calle Topacio de la Colonia Casa Verde 1 en Santa Tecla, llegó poco después de la balacera un oficial del ejército, el teniente Óscar William Gómez González, quien según el acta inicial que levantó la Policía Nacional Civil había llegado a “reconocer” a uno de los muertos. El teniente, además, intercambió datos con periodistas que estaban ahí para cubrir la noticia sobre el doble homicidio y se presentó ante el padre de la víctima, el coronel Carlos Alfredo Rivas Najarro, para ofrecerle su ayuda en las investigaciones. Ante el coronel Rivas, Gómez González se identificó como investigador de inteligencia del ejército, mientras que a un reportero presente le dijo que era un investigador de la policía de indicativo “Brandon”. A ambos les dio el mismo número de teléfono para mantener activa la comunicación: el 79100288.
El coronel Rivas Najarro se mantuvo en contacto con el teniente Gómez al menos hasta el 9 de mayo siguiente. El padre de la víctima asegura que llamó al menos una vez al día al investigador en esas dos semanas para pedirle detalles sobre la investigación; cada vez, el teniente respondió con evasivas. Ese último día, el viernes 9 de mayo, ambos hombres pactaron verse el lunes siguiente, 12 de mayo, para hablar sobre el asesinato de Carlos René. Un día después, el sábado 10 según la autopsia que el ejército haría pública después, el teniente Gómez González apareció muerto.
Esa muerte y otras anomalías, que detalla en dos cartas que escribió al presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, llevaron al coronel Rivas Najarro a concluir que el asesinato de su hijo fue planificado, ejecutado y encubierto desde el ejército. En sus misivas al mandatario, de quien fue compañero de escuela primaria en Quezaltepeque, el militar retirado atribuye el crimen a deseos de venganza desde el ejército motivados por su oposición a la Ley de Amnistía, aprobada tras la firma de los Acuerdos de Paz y gracias a la cual varios militares de alto rango no han tenido que responder ante la justicia por crímenes que van desde la tortura hasta homicidios agravados.
El jueves 16 de octubre entrevisté al general David Munguía Payés en su despacho del Ministerio de Defensa, en San Salvador. Le pregunté por el teniente Gómez González y los misterios que le rodean, por las acusaciones del coronel Rivas Najarro y por una plática que él y el padre de la víctima sostuvieron poco después del crimen. Estas fueron sus respuestas.
Para más información, lee "El asesinato que ha puesto bajo la lupa a la Fuerza Armada".
¿Tiene la Fuerza Armada abierta alguna investigación por el asesinato de Carlos René Guillermo Rivas Molina, hijo del coronel Carlos Rivas Najarro?
No, la Fuerza Armada no tiene abierta una investigación. No nos corresponde. Los procedimientos operativos normales establecen que vamos a investigar solamente cuando ha sido asesinado un militar activo; si es asesinado el familiar de un militar entonces no nos involucramos.
¿Cómo explica entonces la presencia del teniente Óscar William Gómez González en la escena del crimen?
Lo que sucedió es que el día 15 de abril, el mismo mes en que habían matado al hijo de mi coronel, habían asesinado al capitán Manuel Antonio Morán Martínez, a 500 metros de esa zona. Los equipos de inteligencia nuestros estaban operando en esa zona para recabar datos, en coordinación con la Fiscalía y la Policía, para ayudar a resolver este caso. Así es como nos involucramos cuando asesinan a un oficial. El teniente se encontraba en la zona cuando avisaron que habían asesinado a un militar, por lo que el Estado Mayor le ordenó que se moviera al sitio del suceso. Él fue ahí y se identificó con los fiscales que ya estaban en el área y con la policía; se dio cuenta (de) que no era un militar el asesinado, sino el hijo de un militar.
¿El Estado Mayor se dio cuenta de que habían matado al hijo de un militar?
No, el Estado Mayor se dio cuenta de que habían matado a un militar. A mí incluso me informó el Estado Mayor que habían matado a un militar. En ese caso es un procedimiento nuestro ayudarle a la Fiscalía a resolver. Como él -teniente Gómez- estaba a 500 metros de la zona, que era donde habían matado a este capitán por robarle, es que llega rápido a la zona. Se quedó ahí viendo qué es lo que pasaba, se identificó con la policía y los fiscales, y al darse cuenta que no era un militar se retiró…
El padre de la víctima, el coronel Rivas Najarro, en cartas que envía al Presidente de la República, lo que cuenta es que el teniente llega muy pronto a la escena y se le identifica directamente a él: le dice que ya sabe que el muerto es su hijo. Eso le extraña al coronel Rivas Najarro…
Bueno, esa es la información que el teniente recibió de los policías y fiscales que estaban ahí. Lo que pasa es que los vecinos de la zona lo identificaron a él… La gente, los vecinos, colaboran con los fiscales y los policías. Ahí se da cuenta el teniente y es que informa al Estado Mayor de que no era un militar -el muerto-, sino el hijo de un militar. Le dicen que se retire de la zona. El teniente le comentó a su jefe en el Estado Mayor, que era el coronel Henríquez, que a la salida se encontró con el coronel Rivas Najarro, y él por cortesía lo saludó y se puso a sus órdenes. Mi coronel Rivas Najarro era un hombre conocido aquí en la Fuerza Armada: él había sido, durante el periodo de guerra, jefe de inteligencia del Estado Mayor y del viceministerio de Seguridad, que en esa época era viceministerio de Defensa; fue comandante del Destacamento Militar número 2 en Cabañas durante la guerra. Nosotros respetamos y tenemos un saludo de cortesía a cualquier oficial que se haya graduado antes que nosotros. Entonces, él (teniente Gómez) lo saludó (al coronel Rivas Najarro) y se puso a la orden. Eso fue lo que él informó.
¿Y el teniente le informó que había dicho al coronel Rivas Najarro que le iba a ayudar con la investigación?
Bueno, yo no sé si le dijo o no se lo dijo. Me imagino yo, y esta es una presunción mía, que se ha de haber puesto a la orden diciéndole que le podía ayudar, porque él (teniente) estaba trabajando en el área de inteligencia aquí…
¿Dónde estaba destacado el teniente?
En el batallón de información y análisis en una sección de inteligencia.
¿A quién le informaba el teniente directamente?
A su jefe, que es el coronel Luis Alonso Henríquez Castillo y todavía comanda esa unidad.
En el primer artículo que escribí sobre este caso publiqué el número de teléfono que el teniente Gómez González le dejó al coronel Rivas Najarro para darle avances de la investigación. Ayer, un periodista que estuvo en la escena del crimen, aquel 23 de abril, me dijo que el teniente también le dio ese número de teléfono, pero ante el periodista el teniente se identificó como el investigador “Brandon” de la PNC…
Ahí el teniente estaba trabajando casi como un agente encubierto porque estaba involucrando en la investigación de la muerte del capitán (Morán Martínez, ocurrida 8 días antes a unos 500 metros de la escena del crimen de Carlos René Rivas Molina)…
¿Hacía operaciones de inteligencia en ese caso?
Sí, él está en el área de inteligencia…
¿Eso estaba haciendo en la zona, inteligencia?
Sí, él estaba ayudando a la Fiscalía (en el caso del capitán Morán Martínez). Incluso, él estaba en contacto con los fiscales, y de eso pueden dar fe fiscales y policías…
¿Eso es normal? ¿Es un procedimiento normal que un investigador militar le diga a un periodista lo que el teniente le dijo al reportero?
No lo sé. Tal vez eso no sea normal. Pero que él esté ahí en la zona y le dé el teléfono a un periodista… No sé en qué forma pudo el periodista haberse aproximado a él…
El periodista dice que fue el teniente quien se aproximó.
Bueno… Esa parte no la entiendo. La orden que él recibió fue de no involucrarse en la investigación (del asesinato de Rivas Molina) y no se involucró.
El coronel Rivas dice que sí. Incluso que mantuvo una comunicación con el teniente Gómez durante más de una semana…
Bueno, es posible, pero no le dijo “yo me voy a involucrar en la investigación”. Como él (teniente Gómez) trabajaba en un organismo de inteligencia pudiera ser que hubiera alguna información que le pudiera dar al coronel, pero eso no significa que se iba a involucrar en la información.
Lo más sospechoso en este caso, al menos para el coronel Rivas Najarro, es que él mantuvo la última conversación con el teniente el día viernes 9 de mayo y ahí quedaron de reunirse al lunes siguiente para intercambiar información sobre el caso. Es decir, el teniente aparece muerto un día después de esa plática…
Bueno, pero vuelvo y repito, eso no significa que él (teniente) iba a estar involucrando en eso. Lo que pasa es que los organismos de inteligencia nuestros manejan información de todo tipo, es posible que le haya dicho al coronel que le iba a dar información sobre el caso si la tenía. Pero tú en ningún momento me has dicho que él (teniente Gómez) le dijo a mi coronel Rivas que él (teniente) iba a estar involucrado en la información…
Sí se lo dijo. Según lo que el coronel Rivas Najarro le escribió al Presidente, el teniente sí le dijo eso…
Ah no… Lo que sí te puedo asegurar es que en ese caso no nos involucramos nosotros. Tú podés entrevistar al coronel Luis Alonso Henríquez Castillo, que es el jefe inmediato de él, que nunca lo autorizó a él (teniente) para que se involucrara en esa investigación. Y según el coronel Henríquez nunca lo hizo.
¿Cuáles fueron las circunstancias de la muerte del teniente Gómez González?
La información que nosotros tenemos es la siguiente: el teniente Gómez tenía un historial alcohólico, frecuentaba algunos bares y lugares en el centro de San Salvador. Él estaba en uno de estos bares y posiblemente se pasó de tragos y la DECO (División Especial contra el Crimen Organizado de la PNC) -esto me lo han dicho, pero aún no lo he podido corroborar- tiene una filmación en (la que se ve a) dos miembros de la seguridad del local lo sacan y lo tiran en la calle. El teniente se cae y se va. Más adelante lo encuentran muerto. Aquí el acta de defunción (muestra el documento) dice que edema y hemorragia pulmonar (son las causas de muerte), es decir, que aparentemente él se cae, se golpea, y como estaba intoxicado se muere. No tenía muestras de golpes ni nada… Entonces, nosotros, conociendo el historial de él, investigamos y comprobamos lo que te dije: que él había estado tomando en ese local, lo habían sacado y lo encontraron muerto. Coincide con el hecho de que él había tenido un encuentro con mi coronel…
…
Aquí yo voy a especular… Como mi coronel fue jefe de inteligencia durante la guerra en dos oportunidades, a lo mejor él en su formación pueda pensar que es demasiada coincidencia lo que sucedió. Mi coronel piensa que a su hijo se lo mandó a matar la Fuerza Armada, y que hay un grupo de sicarios acá, porque él está a favor de la derogatoria de la Ley de Amnistía y porque ha sido crítico… La Fuerza Armada que tenemos en este momento no es la de la guerra; ahora no se manda a asesinar a nadie porque esté en acuerdo o desacuerdo con la derogatoria de la Ley de Amnistía… si ese fuera el caso… no tiene sentido.
El coronel asegura que en la vela usted le dijo que la información que usted tenía apuntaba a que la muerte del hijo podría deberse a una venganza laboral, pero el coronel le dijo que no era así…
Bueno, mirá, yo me acuerdo de que él fue el que me dijo a mí que parecía que era un problema de la empresa de él…
¿Él se lo dijo a usted?
Sí… Yo lo que me acuerdo es que él me dijo eso a mí. Yo lo que le dije es que en lo que le pudiera colaborar, porque nosotros trabajamos en colaboración con la policía, le íbamos a colaborar. Yo quisiera agregar algo más: yo le hablé por teléfono a mi coronel para darle el pésame por la muerte de su hijo, porque del Estado Mayor me confirmaron que era su hijo. Mi coronel nunca me ha dicho a mí mi general, me ha dicho Munguía… o sea, en ese momento, que acababa de suceder el hecho y que él no tenía información de nada ¿por qué dice él que me dijo a mí mi general para esperar mi reacción?… ¿qué reacción si en ese momento él no tenía información de nada? Sencillamente estaba recibiendo el pésame de una persona que es amigo de él… ¿Por qué podía tener él en ese momento la percepción de que la Fuerza Armada…?
Eso es lo que él (Rivas Najarro) dijo…
Por eso te digo, es demasiado especulativo… De todo corazón le di el pésame y de todo corazón lo acompañé en la funeraria. No entiendo de dónde mi coronel saca esas conclusiones. Yo asumo que él es un padre que amaba a su hijo y que está tan desesperado por solucionar el problema que abraza cualquier hipótesis y algunas de estas hipótesis podrían estar fundamentadas en las experiencias que él tuvo durante la guerra, pero esta Fuerza Armada no es la de la guerra y sus servicios de inteligencia no son las de la guerra y las motivaciones para eliminar a un individuo no son esas, ¿verdad? Si en realidad fuera cierto que la Fuerza Armada está implicada en este caso sería el primera asesinato político que se da después de la firma de los Acuerdos de Paz y no tiene sentido, ¿entiende?
Quiero reiterar algo: ¿no fue usted el que le dijo al coronel que la información apuntaba a una venganza laboral?
Yo verdaderamente no me acuerdo. Yo me acuerdo que él me le dijo a mí luego que le pregunté qué sabía él. Inclusive, hace aproximadamente tres meses me lo encontré yo a él, y le pregunté: “mi coronel, ¿tiene información de la muerte de su hijo?”. Me dijo que sí: “tengo alguna información”, pero no la compartió. Y hoy que han sucedido todos estos problemas yo le he llamado varias veces pero no me ha contestado la llamada. Le mandé una tarjeta de presentación mía con mi secretario ejecutivo para hablarle y preguntarle, porque yo te digo: si mi coronel tiene duda de que alguien de la Fuerza Armada ha tenido que ver con la muerte de su hijo yo le digo que se venga, que escoja un par de oficiales, y yo le voy a abrir el Estado Mayor, que él lo conoce porque ha sido jefe de inteligencia, y que haga su propia investigación. Aquí en la Fuerza Armada no hacemos esas cosas que él dice. Además, él involucra al coronel Molina Montoya, que es un asesor aquí, aduciendo que él (Molina) conduce este batallón de inteligencia y no es cierto…
¿Cuál es el rol del coronel Molina Montoya?
Él es asesor político aquí.
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1 Responses to ““Ahora no se manda a asesinar a nadie porque esté en desacuerdo con la Ley de Amnistía””
El Estado Mayor se dio cuenta de que habían matado al hijo de un militar?
No, el Estado Mayor se dio cuenta de que habían matado a un militar. A mí incluso me informó el Estado Mayor que habían matado a un militar. En ese caso es un procedimiento nuestro ayudarle a la Fiscalía a resolver. Como él -teniente Gómez- estaba a 500 metros de la zona, que era donde habían matado a este capitán por robarle, es que llega rápido a la zona. Se quedó ahí viendo qué es lo que pasaba, se identificó con la policía y los fiscales, y al darse cuenta que no era un militar se retiró…
La casualidad precisa junto a las falacias mal argumentadas hacen de lo anterior un objeto para la conjetura, pero lo peor es que le quieran hacer ver a uno con la misma tara mental con la que las falacias se arguye. Hare de mi existencia el idiota perfecto, pero me duele que con falacias mal argumentadas se me quiera encajonar en la idiotez.