#GuacamayaLeaks

Presidencia de Bukele ordenó protección policial para Herbert Saca, investigado por lavado de dinero

Una filtración de documentos provenientes de correos electrónicos de la Policía Nacional Civil revela que la presidencia de Nayib Bukele ordenó que se diera protección a Herbert Saca Vides, un operador político señalado por compra de diputados, cuando este era investigado por la Fiscalía General. Los documentos también exponen asignaciones a discreción de escoltas para exfuncionarios como José Luis Merino, el locutor Salvador Alas, así como para miembros del partido Nuevas Ideas.

25 de octubre de 2022

Por orden de la presidencia de Nayib Bukele, la Policía Nacional Civil (PNC) protegió con escolta privada, durante al menos dos años, a Herbert Ernesto Saca Vides al mismo tiempo que la Fiscalía General de la República lo investigaba por lavado de dinero y de activos, según documentación filtrada por DDoSecrets, un grupo de ciberactivistas. Saca Vides es un empresario y operador político salvadoreño presuntamente involucrado en los esquemas de corrupción de los gobiernos de los expresidentes Antonio Saca, su primo, y Mauricio Funes, prófugo de la justicia asilado en Nicaragua. Es también cercano al actual presidente y un hombre influyente en GANA, el partido político que llevó a Bukele al poder en 2019.

La Dirección de Protección de Personalidades Importantes (PPI) de la Policía Nacional ejecutó desde enero de 2020 hasta diciembre de 2021 una orden de la presidencia de Nayib Bukele para que el operador político Herbert Saca Vides gozara de seguridad financiada con recursos públicos, a pesar de que en ese momento era investigado por lavado de dinero, según revelan documentos y correos electrónicos obtenidos por un grupo de ‘hackers’ internacionales. Y no fue el único. La dirección general de la PNC decidió, de forma discrecional, que también recibiera protección policial un exfuncionario del FMLN investigado por lavado de dinero: José Luis Merino, el dirigente histórico que ocupó el cargo de viceministro de Inversión Extranjera y quien también estaba siendo investigado por el delito de lavado de dinero mientras era objetivo de investigaciones del FBI y la DEA).  

Desde comienzos de octubre trascendió en distintos países del continente americano un hackeo masivo de información de fuerzas militares y policiales, denominado Guacamaya Leaks”. El acceso y filtración de más de cinco terabytes de información ocurrió en El Salvador, México, Perú, Colombia y Chile. A través de un grupo de ciberactivismo llamado Distributed Denial of Secrets, más conocido como DDoSecrets, la información fue compartida con distintos medios de comunicación, entre ellos Revista Factum, que contrastó y comprobó la autenticidad de la documentación.

Factum accedió a 16 documentos (incluidos reportes oficiales, con firma y sello policial) que dan cuenta de que Herbert Saca tenía servicio de seguridad pagado por el Estado desde enero de 2020 hasta al menos diciembre de 2021. Ese período coincide con la fecha de otro documento que da constancia de que, además, Saca Vides era investigado por lavado de dinero y de activos, fechado el 1 de junio de 2020.

Su nombre aparece en una lista con decenas de personas cuidadas por agentes PPI. Entre los personajes protegidos por agentes pagados con fondos públicos también hay dirigentes de Nuevas Ideas (NI), el partido del presidente: Kriscia Lorena Rivas Fuentes, consejera nacional y actual directora de acción social de NI; Mauricio Solórzano, quien fue el director de Nuevas Ideas en la Junta de Vigilancia Electoral de las elecciones de 2021; y Alejandro Vásquez, actual director ejecutivo del partido oficialista.

Las nóminas incluyen nombres como el de Walter Araujo, a quien la ley sí le concede el beneficio vitalicio de recibir seguridad estatal por haber sido presidente de un Órgano de Estado (el Legislativo, entre 2001 y 2002). Aparecen también los nombres de dos familiares del presidente Bukele: su primo Hassan Ricardo Bukele Martínez, quien fue secretario general de la Alcaldía de San Salvador cuando el ahora presidente fue alcalde. Y también Emerson Gerardo Bukele Quintanilla, hermano del presidente por parte de padre, quien es a su vez el Imam de la mezquita de la iglesia musulmana en El Salvador.

La lista no termina ahí. Hay agentes PPI asignados al locutor Salvador Alas, quien continuó recibiendo servicio de seguridad a pesar de haber dejado de ejercer el cargo de comisionado presidencial para proyectos de juventud; así como también el empresario Adolfo Salume Artiñano (cónsul honorario de la república de Jamaica en El Salvador), y para asesores vinculados a Casa Presidencial, como el consultor venezolano Lester Toledo.

Reportes de nómina enviados al jefe de la Sección de Seguridad Personal de la División de Protección a Personalidades de la PNC, subinspector Héctor del Carmen Figueroa, incluyen información de la cantidad de agentes PPI asignados a diputados de la Asamblea y del Parlacen; a funcionarios activos, embajadores, magistrados del Tribunal Supremo Electoral, jefes policiales, firmantes de los Acuerdos de Paz y exfuncionarios. La mayor parte de estas asignaciones está justificada, de acuerdo a la ley. Sin embargo, existe en las nóminas un apartado llamado “Servicios instalados por orden de la Dirección de la Policía Nacional Civil”. Ahí resalta el nombre de Herbert Saca Vides, acompañado de una breve explicación: 

«Asignado servicio de seguridad por orden de la Presidencia a través del Director General de la PNC».

El cuadro corresponde al Avance de Metas de Diciembre de 2021, último mes en el que los documentos revelan que Herbert Saca Vides continuaba recibiendo servicios de seguridad por orden presidencial.

El caso de Saca Vides adquiere mayor repercusión debido a que este operador político ha sido mencionado en casos de corrupción en las administraciones gubernamentales de los expresidentes Elías Antonio Saca y Mauricio Funes.

De acuerdo con la Ley de Protección a Personas Sujetas a Seguridad Especial, el procedimiento de asignación de PPI no debe proceder de órdenes presidenciales, sino de una exhaustiva evaluación de riesgo del sujeto en estudio y del cumplimiento de requisitos preestablecidos, previa solicitud oficial realizada por la personalidad beneficiaria y cuya aprobación corresponde al director general de la PNC. 

Las nóminas policiales incluyen por primera vez el nombre de Saca Vides en la actualización del 28  de enero de 2020. Se le asignó entonces un total de cuatro agentes de seguridad. El servicio de seguridad al operador político continúa apareciendo de forma ininterrumpida hasta diciembre de 2021, a pesar de que algunos nombres de los agentes asignados fueron cambiando. Esto quedó reportado en distintos memorandos. Uno de ellos corresponde al memo PNC.6.1.12/J1.a No 0160/2021, donde se reporta lo siguiente:

«El día 24 de junio del año 2021 se realizó la asignación de los talentos humanos supernumerario PPI XX31 […] y PPI XX41 […] al servicio de seguridad personal del señor HERBERT ERNESTO SACA VIDES. Lo anterior en cumplimiento a instrucciones verbales giradas por la superioridad institucional de la PNC, a través del conducto regular».

En ese mismo documento aparece otro apartado llamado “Personal reconcentrado y sacado de nómina en el mes de junio”. El punto número tres detalla lo siguiente:

«El día 24 de junio del presente año se reconcentró en la Sección de Seguridad Personal de la División DPP al talento humano supernumerario PPI XX46 […], quien formaba parte del servicio de seguridad personal del señor Herbert Ernesto Saca Vides; el motivo de la reconcentración se debe a que el señor Saca Vides solicitó al señor Director General de la Policía Nacional Civil [que] le fuera retirado el talento humano antes mencionado de su equipo de seguridad personal, por no requerir más de sus servicios laborales».

Otro de los documentos verificados que comprueban que Herbert Saca recibió servicio de seguridad del Estado es el memorándum del 30 de septiembre de 2021. Se trata de un documento con sello y firma enviado por el agente supernumerario PPI XX23, quien informaba entonces “las novedades realizadas en el mes de septiembre del año 2021, así como los cambios que han alterado la nómina”. En el punto cuatro del apartado de Asignaciones de Personal a los Servicios de Seguridad brindados al Área de Funcionarios, Ejecutivos y Embajadores, Osorio reportaba entonces:

«El día 16 de septiembre de 2021, se realizó la asignación del talento humano supernumerario PPI XX02 […] como seguridad personal del señor HERBERT ERNESTO SACA VIDES, lo anterior en cumplimiento a instrucciones verbales giradas por la superioridad institucional de la Policía Nacional Civil, a través del conducto regular. Dicha asignación se efectuó en sustitución del talento humano supernumerario, PPI XX25 […]».

Luego, en un memorándum del 29 de octubre de 2021, un cabo notificó la sustitución de uno de los agentes asignados a Saca Vides:

«El día 04 de octubre de 2021, se realizó la asignación del talento humano supernumerario PPI XX15 […], en sustitución del supernumerario PPI XX31 […], al servicio de seguridad personal del señor HERBERT SACA VIDES, lo anterior en cumplimiento a instrucciones verbales giradas por la superioridad institucional de la Policía Nacional Civil, a través del conducto regular».

Revista Factum consultó a los agentes que fueron asignados para la seguridad de Herbert Saca en los períodos detallados en los documentos. Uno de ellos confirmó que sí trabajó como PPI del operador político. Afirmó que durante el tiempo que trabajó dándole seguridad a Herbert Saca no tuvo acceso a oficio alguno o memorándum institucional que comprobara la asignación. “A él le cambian gente de allá para acá, ¿verdad? […] Usted sabe que la política es grande y los más grandes están con los más grandes. Ahí si no podría darle… No por medidas de seguridad, sino porque no sé. A uno lo mandan y ya… Uno, va y viene, ¿me entiende?”, respondió.

Otros dos agentes confirmaron que sí trabajan como agentes supernumerarios, pero negaron que conocieran a Herbert Saca. El cuarto negó que fuera PPI, que haya trabajado para la Policía Nacional y que conociera a Saca Vides.

Factum buscó a Herbert Saca Vides para obtener una explicación acerca del servicio de seguridad con fondos públicos que recibió durante la actual administración gubernamental. Los días 17 y 18 de octubre se le llamó al número de teléfono de su empresa, HS Imports, pero la llamada no fue atendida. Se le trasladó, entonces, una carta de solicitud de entrevista que fue recibida y firmada por la secretaria de la empresa. Al cierre de esta publicación no se obtuvo respuesta alguna.

También se buscó la versión del director general de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas. Se le envió un correo electrónico institucional con una solicitud de entrevista y se realizaron llamadas telefónicas (que no fueron atendidas). 

El jefe de la División de Protección a Personalidades, Héctor del Carmen Figueroa, sí respondió el primer intento de llamada telefónica que se realizó. “Fíjese que no puedo responder ninguna pregunta”, declaró. Enseguida colgó la llamada y no volvió a responder. Se le dejó, entonces, mensaje a su Whatsapp con dos preguntas que fueron leídas, pero no respondidas.

El mismo silencio se obtuvo también de parte de Casa Presidencial. El miércoles 19 de octubre se envió un correo electrónico desde la cuenta institucional de Factum a Sofía Medina, secretaria de comunicaciones de la Presidencia; también a Ernesto Sanabria, secretario de prensa, pero no dieron respuesta. Además, a través de mensajería instantánea, se buscó una explicación de Casa Presidencial acerca de la petición presidencial de darle seguridad a Herbert Saca, pero los mensajes únicamente fueron leídos.

El intocable Herbert Saca, objetivo principal en una investigación por lavado

Cinco meses después de que Herbert Saca Vides recibiera servicio de seguridad de parte del Estado, el lunes 1 de junio de 2020, a las 4:23 de la mañana, el jefe del Departamento de Análisis y Tratamiento de la Información (DATI) de la PNC, Feliciano Elías García, envió un correo electrónico urgente a su contraparte en el Departamento de Investigación de Delitos Financieros (DIPEDDF), el inspector Wilfredo Gárrido Molina. En el correo, García le solicitaba a Gárrido actualizar, a más tardar ese mismo día, un cuadro anexo en formato Excel que contenía un listado de casos abiertos por su unidad desde el año 2013 al 2020.

“Necesitamos actualizar el investigador asignado, una breve reseña o sinopsis del caso, las observaciones o avance del caso y el estado en el que se encuentra, que puede ser activo o finalizado”, escribió García. 

El documento adjunto contiene información sobre 178 casos divididos en ocho hojas, una por año. En cada hoja hay una tabla que contiene, entre otros datos, el nombre del caso, el número de referencia policial, el número de referencia fiscal, el investigador asignado, el delito que se investiga y los principales investigados.

En la hoja correspondiente al año 2019 hay un registro de 16 casos. De ellos, el número 6 tiene por nombre “Miguel Menéndez” bajo el número de referencia policial DIPEDDF-051-DIDF-006-2019 por el delito de lavado de dinero. En la celda correspondiente a “Principales Investigados” hay cuatro nombres: José Miguel Menéndez Avelar, conocido como “Mecafé”, su cuñado German Herrera Barahona, su hermana Ana Teresa Elizabeth Menéndez Avelar y  Herbert Ernesto Saca Vides.

Esta es la primera vez que el nombre de Herbert Saca aparece en un documento policial como uno de los principales sujetos de investigación por un delito. Las demás investigaciones del documento han sido ocultadas porque no guardan relación con la presente investigación.

Dos fuentes de la Fiscalía General confirmaron a Factum la autenticidad del documento proveniente de la filtración de DDOSecrets y además confirmaron la existencia de un expediente fiscal en contra de Herbert Saca abierto en 2019. De acuerdo con las fuentes, el caso deriva de otro más grande: el del desvío de $351 millones desde Casa Presidencial durante la administración del expresidente Mauricio Funes. De este también derivaron otros casos contra Mecafé, quien ya fue condenado a ocho años de prisión en agosto pasado.

“A partir del caso Funes se obtuvo una cantidad inmanejable de información, por lo que se decidió sacar casos aparte. Mecafé aparece mencionado en un vergo (muchos) de casos y en uno de esos está directamente involucrado Herbert Saca”, dijo una de las fuentes que tuvo acceso a la investigación y que pidió reservar su nombre.

Esta no es la primera vez que el nombre de Saca Vides es vinculado a casos de corrupción. Desde 2013, una investigación del periódico digital El Faro expuso el caso de una camioneta contaminada con cocaína que lo vinculaba con una red de narcos. 

En 2016, el negocio más reconocido de Saca Vides, la importadora de vehículos HS Imports, fue allanado por la PNC y la Fiscalía en busca de pruebas sobre la corrupción durante el gobierno del expresidente Antonio Saca. En febrero de 2017, la fiscalía solicitó a la Corte Suprema de Justicia requerir información oficial a doce países para robustecer el caso penal contra el expresidente Antonio Saca. En ocho de esas doce peticiones se incluyó el nombre de Herbert Saca, el primo e influyente operador político del exmandatario condenado a 10 años de prisión por corrupción.

Y su nombre se ha repetido en diversos informes de inteligencia policial, al menos desde 2009. En estos, investigadores policiales no solo lo perfilaron como una pieza clave del clan del expresidente Elías Antonio Saca, sino con supuestos vínculos con el crimen organizado.

Sin embargo, durante al menos diez años Saca Vides se ha mantenido intocable y nunca ha sido acusado formalmente de ningún delito.

La sombra de Saca Vides y su presunta vinculación a hechos de corrupción no se ha limitado a la presidencia de su primo. En diciembre de 2018, Factum publicó una investigación que revelaba conversaciones privadas entre el expresidente Mauricio Funes y su círculo cercano. En las conversaciones, el exmandatario aseguraba que su amigo y asesor Saca Vides era el encargado de comprar la voluntad de los diputados de oposición con dinero de la partida secreta para garantizar su gobernabilidad.

Desde el primer día de su mandato, el 1 de junio de 2019, el presidente Bukele nombró en cargos importantes a miembros del clan Saca. Entre ellos el actual secretario de Prensa, Ernesto Sanabria, quien antes manejó las comunicaciones de Saca Vides y también las del expresidente Antonio Saca. Además, en septiembre de 2019, El Faro reveló la historia y una fotografía de una fiesta privada en la que se veía al presidente Bukele sentado en una mesa junto a Saca Vides en un club privado.

Dos fuentes de la Fiscalía General y dos fuentes de la PNC aseguraron a Factum que Saca Vides está relacionado a casos de corrupción durante al menos dos administraciones presidenciales. Dos de las fuentes coincidieron en que es posible que la protección de cuatro PPI asignados a él puede partir del riesgo de que sea atacado por lo que sabe. “Él ha estado metido en todo, desde el caso (del expresidente) Saca hasta en este gobierno. Cualquiera lo puede querer mandar a matar”, dijo una de las fuentes.

De acuerdo con las dos fuentes fiscales, el nombre de Saca Vides no aparece por casualidad en el documento policial obtenido por DDoSecrets y revisado por Factum. “Quien dirige la investigación es el fiscal, nunca la policía, porque se supone que es el fiscal quien conoce el caso y tiene mayor información para decidir los objetivos”, dijo la fuente. “Los principales investigados tienen casi siempre una participación directa en el delito, incluso cuando se trata de testaferros”, agregó.

El Departamento de Investigación de Delitos Financieros fue creado en 2013, luego de la aprobación de la Ley Especial de Extinción de Dominio en ese mismo año. Según dos fuentes fiscales consultadas por Factum, esta unidad se encarga de operativizar en el terreno las investigaciones fiscales y usan técnicas de investigación como ubicación de objetivos y vigilancia encubierta. Cuenta con analistas financieros que ayudan a procesar la información obtenida en los casos de lavado de dinero. “Pero la investigación siempre la lleva el fiscal. Un policía no puede decidir a quién investigar o qué pesquisas hacer. Siempre es el fiscal quien ordena las actividades a través de una dirección funcional porque se supone que es el fiscal quien entiende y conoce el caso”, explicó una de las fuentes. 

Factum consultó la base de datos proporcionada por DDOSecrets y no pudo encontrar la respuesta a la solicitud del correo de García el 1 de junio de 2020, ni en esa fecha ni en fechas posteriores. Dos días después, el 3 de junio, a las 8:37 de la noche, García reenvió el mismo correo con el cuadro anexo a Luis Ernesto Anaya Martínez, jefe de división de la DIPEDDF, sin mayores cambios. 

Una fuente de la Fiscalía General aseguró a Factum que este listado fue solicitado por un funcionario de Casa Presidencial. “Pidieron un listado de casos en los que estuvieran vinculadas personas de la vida política”, dijo la fuente. Nueve de los diez casos que aparecen en la presentación tienen como principal objetivo a exfuncionarios de gobierno, exalcaldes, exdiputados, un periodista y un director de una ONG que fomenta la transparencia y la anticorrupción en El Salvador. 

Este medio también contactó al investigador a cargo del caso a través de una llamada telefónica, pero este se negó a dar detalles al respecto.

Agentes asignados a discreción de Arriaza Chicas

La Ley de Protección de Personas Sujetas a Seguridad Especial es la base legal para comprender qué personas pueden tener seguridad PPI. El artículo 1 de la ley explica que “gozarán de medidas de protección especial, las personas que en razón de la actividad que realizan, cargo o posición que ostenten o hayan ostentado (así mismo, aquellas personas que a consecuencia de la finalización definitiva del conflicto armado, y por el rol que desempeñaron y la relevancia del mismo) puedan convertirse en objetivos potenciales de agresiones o atentados contra sus vidas, las de sus familiares o sus bienes, a quienes se denominará para efectos de esta «Personas de Alto Riesgo»”.

La misma ley define, además, qué requisitos debe cumplir una persona para ser considerada «de alto riesgo».

«Se consideran siempre para los efectos de esta ley, como personas de alto riesgoquienes hayan desempeñado los cargos de Presidente de cualquiera de los Órganos fundamentales del Estado y del Vicepresidente de la República, quienes gozarán de la protección establecida por esta Ley, de por vida. También, serán consideradas personas de alto riesgo los candidatos proclamados por los partidos políticos a Presidente y Vicepresidente de la República participantes en un evento electoral presidencial […]. En el caso del Presidente y Vicepresidente Electos, la medida de protección especial durará hasta el momento en que asuman oficialmente sus respectivos cargos. En ambos casos, el beneficio de protección especial deberá ser a requerimiento de parte interesada».

Factum revisó el manual de procedimientos especificados por la Jefatura de la Sección de Seguridad Personal de la División de Protección a Personalidades (DPP) del año 2020. Este aclara que el objetivo de esa división es: “Brindar seguridad a toda persona que represente un cargo público y político, y que por su labor presente un grado de riesgo inminente (Sic)”.  

El documento establece, además, el procedimiento para asignar servicios de seguridad policial. En esencia funciona así: el funcionario interesado solicita la seguridad al director de la PNC “por tener un grado de peligrosidad inminente”. Una vez que el director policial, previa consulta con la Fiscalía General, acepta la solicitud, la envía a la Subdirección de Áreas Especializada y esta remite la autorización a la División de Protección a Personalidades. Los solicitantes pueden tener un máximo de cuatro agentes cuando la evaluación realizada evidencie un alto grado de peligrosidad, según lo dicta la ley.

El caso de Herbert Saca es singular porque, a pesar de haberse desempeñado como operador político en la administración de Antonio Saca y Mauricio Funes, nunca ha ejercido un cargo público de forma oficial. Revista Factum no ubicó en los intercambios de correos un documento que diera constancia de que se haya seguido con él un procedimiento regular. Detalla, en cambio, que se procedió “por orden de Presidencia” y “siguiendo instrucciones verbales giradas por la superioridad a través de conducto regular”. 

El artículo 2 de la referida ley es claro al indicar que “las personas que de conformidad al inciso primero del artículo 1 deseen gozar de medidas de protección especial, deberán solicitarlo por escrito al Director General de la Policía Nacional Civil, expresando las razones en que fundamentan su petición”. El mismo artículo detalla a quiénes no se les exigirá este requisito: al presidente y vicepresidente, a los diputados, a los ministros, magistrados y titulares del ministerio público. Saca Vides no ha ocupado ni ocupa ninguno de esos cargos.

Factum tuvo acceso a un documento que, a falta de declaraciones de parte de las autoridades consultadas, podría abrir una ventana que explique porqué en las nóminas aparece un listado de muchas personas que recibieron el beneficio de acceder a seguridad financiada por Estado, a pesar de no cumplir con los requisitos que establece la ley. Se trata del Manual de Organización de la Subdirección de Áreas Especializadas Operativas (SAEO), que en la Sección de Seguridad Personal explica que pueden proporcionar seguridad con base a un “criterio policial”.

Se buscó al director de la PNC, Mauricio Arriaza Chicas, para que explicara cuál fue el criterio policial con el que se procedió en el caso de Herbert Saca Vides y otros beneficiarios, pero no atendió las solicitudes de entrevista.

La ambigüedad del “criterio policial” con el que se han decidido estas asignaciones no es algo exclusivo de la dirección general de la policía actual. Una fuente policial, que en administraciones anteriores ejerció un alto cargo –y que solicitó se le protegiera su identidad–, declaró que “el director de la PNC puede tomar la decisión de dar protección de PPI, sin previa consulta a la FGR o al Ministerio de Justicia, pues está entre sus atribuciones”. 

Esta revista buscó, además, la valoración del caso de parte de un exfuncionario que presidió en administraciones anteriores uno de los Órganos de Estado (motivo por el que ha recibido protección de PPI), y quien también solicitó que se le protegiera su identidad: “No es legal. Ahí la ley es clara”, fue su respuesta.

Zaira Navas, quien de 2009 a 2012 fungió como inspectora general de la PNC, explicó, por su parte, que para conceder servicio de seguridad PPI es obligación del Departamento de Protección a Personalidades Importantes hacer una evaluación de riesgo. “Esta evaluación implica que personal policial va a visitar a la persona en su residencia, analiza las condiciones en las que vive, hace un análisis del riesgo que tiene esa persona, emite una resolución y la traslada al director de la policía. Entonces, todo ese procedimiento debió haber concurrido para que a estas personas les dieran protección”, dijo. 

La abogada explicó que también existe la posibilidad de que a estas personas les fueran asignados PPI porque se trataran de víctimas o de testigos protegidos a partir de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos. “(Esta ley) también habilita a que las personas tengan seguridad pagada por el Estado, pero deben concurrir las dos situaciones: que sea testigo de un proceso o que sea víctima en un proceso penal. Por eso le digo, entonces, ¿a cuenta de qué el Presidente de la República interviene en este tipo de cuestiones que tienen que tener un criterio técnico?”, declaró Navas.

Otros no funcionarios en la nómina

La documentación correspondiente al pasado mes de enero demuestra que incluso este año se han continuado asignando PPI personas que no ejercen como funcionarios, como es el caso de Kriscia Lorena Rivas Fuentes, consejera nacional del partido Nuevas Ideas.

Factum la buscó para conocer su explicación de por qué ha recibido PPI si no es funcionaria. Se le envió mensajes privados a su cuenta oficial de Twitter, pero no contestó.

Alejandro Vásquez, actual director ejecutivo de Nuevas Ideas, también aparece entre las personas con agentes PPI asignados. La descripción en el período de las nóminas únicamente aparece como “Casa Presidencial”, sin especificar su cargo. A él también se le buscó, pero tampoco respondió las solicitudes de entrevista.

Lo mismo ocurrió con el venezolano Lester Toledo, quien trabajó como asesor de Casa Presidencial en el período que las nóminas recogen. A ambos se les buscó los días lunes 17, martes 18 y domingo 23 de octubre y no hubo respuesta.

Otro caso identificado es el de Salvador Alas, quien aparece en las nóminas únicamente como director del Grupo Radial Samix, un medio de comunicación que pertenecía al expresidente Elías Antonio Saca, condenado en septiembre de 2018 por desvío y lavado de más de US$300 millones de fondos estatales. El Grupo Radial Samix es administrado por el Consejo Nacional de Administración de Bienes (CONAB) desde agosto de 2018. 

Alas es un exfuncionario. Presentó su renuncia al cargo de comisionado presidencial para Proyectos de la Juventud el 23 de diciembre de 2020. Sin embargo, hasta el 12 de abril de 2022 (fecha de la nómina de PPI asignados más reciente de la que se conoce información), el locutor todavía recibía servicio de seguridad y aparece su justificación por ser “Gerente General de Grupo Samix”. Se trata de 16 meses recibiendo protección pagada por el Estado sin ser funcionario. Incluso en la actualidad, el Portal de Transparencia del Gobierno de El Salvador muestra al perfil de Salvador Alas Coto como funcionario No Vigente.

El 17 de octubre pasado, Factum llamó a Grupo Radial Samix para conocer la versión de Alas. Contestaron que la asistente que le toma las llamadas no se encontraba. Se le dejó número de celular para que devolviera la comunicación. Al siguiente día se volvió a llamar a Grupo Radial Samix, contestaron y dijeron que Alas no estaba. Se volvió a dejar teléfono de contacto. Al siguiente día, se le llamó a su celular. El locutor conocido como “La Choly” dejó que sonara una vez y desvió la llamada. Se le dejó, entonces, un mensaje de WhatsApp que hasta el cierre de esta publicación no ha sido respondido.

Otro caso singular es el del empresario salvadoreño Adolfo Salume Artiñano, quien aparece en diferentes nóminas en el apartado de Cuerpo Diplomático y Consular Acreditado en El Salvador. Salume aparece en las nóminas incluso desde antes de la administración del gobierno de Bukele. Durante el tiempo que detallan las nóminas, Salume ha contado con dos agentes PPI, incluso entre 2019 y 2020, cuando el empresario incluso denunció que estaba recibiendo un “acoso gubernamental” a través de los ministerios de Hacienda y de Trabajo, que realizaron múltiples inspecciones a siete de sus empresas. 

La justificación de la asignación de PPI para Salume está sostenida por la ley, puesto que aparece en los documentos como un beneficio adquirido por ser cónsul honorario de Jamaica. Acerca de los cónsules honorarios, la página de internet oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Jamaica explica que “son ciudadanos de Jamaica con condición de residentes permanentes o ciudadanos del país en el que son designados. Al ser nombrados, los cónsules honorarios se ven sujetos a ciertos términos y condiciones, incluido el hecho de que deben informar a la embajada, alta comisión o consulado general de Jamaica que esté acreditado en el país donde se encuentran. Además, no reciben un salario por sus servicios y, por lo tanto, el puesto no es pensionable”.

A Salume se le realizó una llamada por teléfono el día 18 de octubre y otra dos días más tarde, pero no fueron atendidas. Factum buscó –sin éxito– conocer las condiciones en las que le fue asignado el nombramiento de cónsul honorario de Jamaica. También hubo intentos fallidos de comunicación con el empresario a través de mensajes por Whatsapp y Twitter. Existe una página de internet que afirma representar al Consulado de Jamaica en El Salvador. En el apartado de contacto aparece una dirección física que coincide con la de SISCO, una de las empresas de Salume Artiñano.