Las niñas de La Coyotera aún esperan

“El director posiblemente seguirá al frente de la escuelita de ese cerro miserable, e historias como esta se seguirán contando en otras escuelas y en todos nuestros barrios… la realidad sigue su cruel curso sin inmutarse. No sé si quedó claro pero esta columna no iba de las violaciones de niñas en La Coyotera sino de cómo en realidad a todos nos importa un carajo”.

Este párrafo culmina la columna que el antropólogo salvadoreño Juan José Martínez escribió en Factum el 25 de febrero de 2015, en la que denunció malos tratos y acoso sexual del director del centro escolar católico Santa Mónica de Quezaltepeque hacia varios alumnos y alumnas. La nota, que a la fecha ha sido leída 49,926 veces, generó un avalancha de correos electrónicos, incluidos algunos de instituciones como el Ministerio de Educación (MINED), Unicef, la Procuraduría de Derechos Humanos, que pedían datos para emprender acciones al respecto. A la fecha, el señalado, Miguel Ángel Padilla Ortiz, ha dejado de ser director luego de una acción administrativa impulsada desde el Ministerio de Educación; Padilla Ortiz, sin embargo, no fue expulsado: continúa siendo un funcionario público con acceso a los menores, aunque, según fuentes de Educación y la Fiscalía, tiene un par de semanas de no llegar a la escuela. La Fiscalía, que ya en 2009 había abierto un expediente al director por una acusación de violación, abrió un nuevo expediente que hasta ahora no tiene diligencia alguna, según confirmaron fuentes del Ministerio Público.

 

Alumnas del centro católico escolar Santa Mónica en el canton La Coyotera de Quezaltepeque.

Alumnas del centro católico escolar Santa Mónica en el canton La Coyotera de Quezaltepeque.

El Ministerio de Educación abrió un expediente administrativo contra Ortiz Padilla luego de la denuncia pública de abusos contra menores que Juan José Martínez hizo en Revista Factum. Así lo confirmó el martes 12 de mayo Luis Mario Martínez de la oficina de asesoría jurídica del MINED.

Dijo el funcionario que el proceso interno terminó con una sanción administrativa y después con la remoción de su puesto como director. Sin embargo, Padilla Ortiz, según confirmó Martínez, no fue despedido. El MINED, además, envió un reporte a la Fiscalía.

Los primeros pasos del ministerio, no obstante, carecieron de firmeza.

El 20 de marzo de 2015, esto es 39 días después de la primera denuncia pública, el director de asesoría jurídica del Ministerio de Educación, el señor Hugo Higinio López, avisó a sus superiores en el Ministerio de Educación que su oficina no haría nada sobre las denuncias en contra del director Padilla Ortiz. Esto por “no poder determinar con precisión el centro escolar en concreto e individualizar una persona para seguir un procedimiento administrativo ante la junta de la carrera docente”.

El memo en que López notificó su decisión de no hacer nada más que dar aviso a la Fiscalía, sin repercusión alguna en el MINED, estaba dirigido al ministro de Educación, Carlos Canjura; a la viceministra de Ciencia y Tecnología, Erlinda Hándal Vega; y al viceministro de Educación, Francisco Humberto Castaneda.

Cuando López envió su memo, dos días antes, el 18 de marzo de 2015, ya la cadena Univisión había identificado con nombre y apellido al director del centro escolar católico Santa Mónica, y le había hecho un vídeo que publicó en su noticiero estelar ese día. El director de asesoría jurídica del MINED y su equipo, sin embargo, no pudieron hacer lo que ya a esas alturas habían hecho al menos tres equipos de periodistas de diferentes medios nacionales e internacionales: identificar al supuesto abusador y a la escuela en cuestión.

 

Director escuela acusado

El director Miguel Padilla Ortiz.

“El niño casi se ahoga…”

Dice Mariela (nombre ficticio) que se fue del centro escolar Santa Mónica porque no le gustaba lo que ahí pasaba. Cuenta, entre muchas, esta historia cuando se le pide un ejemplo de eso que le disgustaba:

“El director nos llevaba a la Toma (de Quezaltepeque) todos los viernes y nos obligaba a bañarnos”, dice Mariela, la exalumna, quien también confirma la denuncia hecha por al menos dos estudiantes más: que el director obligaba a las mujeres a besarlo en la boca como forma de saludo matutino.

Cuenta Mariela que negarse a los deseos de Padilla Ortiz era peligroso. Recuerda, por ejemplo, la historia de Miguel.

Miguel era más pequeño que ella, de unos 10 u 11 años dice la joven, y esa vez fueron todos a  “La Toma” (un balneario de Quezaltepeque). Miguel no sabía nadar, así que se negaba a obedecer al director Ortiz Padilla, quien insistía. Harto de pedir, el director optó por amarrar a Miguel de los tobillos con la cinta de sus zapatos y tirarlo al agua.

Miguel casi se ahoga. La tragedia no ocurrió, recuerda Mariela, porque algunos de los mayores se metieron a la poza para sacarlo.

“¿Y cómo denunciábamos al director si la policía no iba a hacer nada?”, se preguntó la joven durante una entrevista grabada a la que Factum ha tenido acceso.

Como la de Mariela, a esta redacción han llegado al menos otras tres denuncias similares respecto a lo que pasa en el centro escolar católico Santa Mónica en La Coyotera, en Quezaltepeque.

Lo de los besos en la boca es una constante: Ortiz Padilla, dijeron al menos tres estudiantes, obligaba a las estudiantes a besarlo cada mañana. Si una de ellas llegaba con sus padres, el director se abstenía, pero luego cobraba: “Nos decía que por qué nos iban a dejar los padres de familia si nosotros sabíamos que teníamos que saludar… Eso y que a cada rato la quería tocar a uno”, recordó otra exalumna.

Ya en 2009, como publicamos en una nota del 25 de marzo de 2015, una exalumna había denunciado a Ortiz Padilla por violación sexual ante la Fiscalía General, pero ese expediente languidece en los pasillos del Ministerio Público y la acusación nunca llegó a un tribunal.

Ese hombre, denunciado por media docena de estudiantes, por al menos tres medios de comunicación, por una muchacha que lo acusó de violarla, seguía en la escuela hasta hace poco. Los niños también.

Hasta ahora, ninguna institución del Estado ha brindado atención a las víctimas de Padilla Ortiz; dicen que no hay denuncias. Pero sí las hay, en un expediente de la Fiscalía abierto en 2009, por ejemplo. Los fiscales han abierto otro expediente que tiene como protagonista al exdirector, el 255-UDNAM-2015. Por ahora, de poco ha servido.

Fotos de Frederick Meza.

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