La ruta de las putas

Francisco Campos es, hoy por hoy, el fotógrafo salvadoreño que más y mejor ha documentado el centro de San Salvador, sus vidas, sus estampas, sus parques, sus putas.

Entre 1993 y 1994, cuando trabajaba para la Agencia Francesa de Prensa en El Salvador, “Chico”, como lo conocen tres generaciones de periodistas en el país, empezó a documentar la prostitución en Centroamérica.

“Hice las primeras en La Casa Rosada y la calle Castillo”, recuerda Chico su incursión visual en el reino de las putas hace ya dos décadas. Las fotos que tomó entonces, y decenas que siguieron, las expuso en la “La Luna Casa y Arte”, el mítico café que abanderó el renacimiento cultural de San Salvador tras la firma de los Acuerdos de Paz en 1992.

Algunas de esas fotografías aparecen también en el libro “Historias Putas”, una colección de crónicas, perfiles y otros textos elaborados por la periodista asturiana Azahara Villacorta para la organización Flor de Piedra en El Salvador, una de las primeras que hizo trabajo social con prostitutas del centro de San Salvador. Todas las fotos que ilustran ese libro son de Chico Campos, quien no cobró por ninguna de ellas.

En sus incursiones a la ruta de las putas en el centro de San Salvador, Chico conoció a Karla, un trasvesti salvadoreño cuya historia quedó impresa en la Revista Dominical de La Prensa Gráfica: un reportaje que en inicio ocuparía entre 6 y 8 páginas se quedó solo en cuatro. “En ese tiempo, 1996, era un tema aún muy delicado”, recuerda Chico.

Karla no está en esta colección de fotos que hoy Chico Campos publica en Factum. Aquí están los rostros y cuerpos de 18 mujeres que alimentan a sus hijos y se ganan la vida cobrando por tener sexo con desconocidos en las calles de San Salvador. En total, le han contado a Chico Campos las organizaciones que trabajan con estas mujeres, hay unas 3,000 prostitutas en la ciudad.

Chico ha preferido no nombrar a estas mujeres.