La fiebre del Mundial repercute en cada rincón del planeta. Nuestro país no es la excepción. Ya la publicidad, las banderas y las camisetas alusivas a distintas selecciones nacionales se observan en las calles de San Salvador. Sin embargo, a pesar de que la cotidianidad de muchas personas ya fue invadida con la fiebre del deporte más popular del mundo, ellos viven abstraídos, apáticos o, simplemente, pierden cuidado de los encuentros que durante un mes serán el centro de atención de los principales temas de discusión en los círculos sociales.
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