La tarde del pasado sábado 4 de Noviembre, Revista Factum recorrió las calles de la Ciudad de México para atestiguar la décima edición de la ‘Marcha Zombi’, una celebración anual en la que los capitalinos mexicanos salen a la calle a lucir sus mejores atuendos como ‘muertos vivientes’.  La actividad es pura diversión y se realiza en torno a las festividades de Día de Muertos y de Halloween.

Fotos y video FACTUM/Orus Villacorta


Fue en la escena final de la película “Guerra Mundial Z” —que relata el enésimo drama de un ‘apocalipsis zombi’— en la que el cine de terror y suspenso nos planteaba un panorama que desde hace una década se simula en las calles de la cuarta ciudad más poblada del mundo. El reporte de una voz en off da un parte de noticias nada halagador:

“La Ciudad de México ha sido declarada pérdida total’…”

¿La causa? Un ‘apocalipsis zombi’ consume y devora a la ciudad. Y aunque aquello es ficción, en la mente de miles de fanáticos al cine y la literatura de terror y de suspenso, el culto a los zombis es algo real, la ocasión perfecta para vivir una fiesta anual que inició en la Ciudad de México en 2007 y que ha ido creciendo poco a poco.

El pandemónium de la ‘Marcha Zombi’ es, en realidad, un evento festivo y hasta cargado de una bizarra inocencia. Familias enteras —con niños incluidos— se vuelcan a las calles a lucir sus mejores atuendos sanguinolentos. Este ‘despertar de los muertos’ es una buena ocasión para compartir risas y simular que se vive entre zombis.

Y aunque la gran mayoría de las 20 mil personas que acudieron al llamado de la Ciudad de México sí portaban atuendos de zombis, muchos otros optaron por distintas opciones, diferentes disfraces de la narrativa del horror: hombres lobos, vampiros, payasos infernales, asesinos en serie, etc. La marcha es una buena ocasión para rendir culto a los personajes de las historias de terror más célebres.

La marcha inició a las 3:30 de la tarde en el Monumento a la Revolución y partió de ahí rumbo al Zócalo. Esta edición será recordada también debido a que la organización de la marcha pidió también que los participantes donaran (voluntariamente) víveres para ayudar a los afectados por los terremotos que México sufrió en el pasado mes de septiembre.

A pesar de la coyuntura luctuosa que aún se respira en buena parte de la capital mexicana, en general, la ‘Marcha Zombi’ fue una celebración que contagió alegría.

Sin embargo, no todos entraron en sintonía con el festejo. El siguiente video muestra cómo un pastor evangélico colocó un par de bocinas en la esquina de la explanada del Zócalo para leer desde ahí varios salmos bíblicos; para pedir perdón en nombre de México; y para reprochar el comportamiento de los ‘zombis aztecas’, ya que, a su juicio, aquella actividad era “pecado ante los ojos de Dios”.


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