El pasado 3 de diciembre, la cotidianidad de Soyapango se vio interrumpida. Ese día se desplegaron 8 mil 500 soldados y 1 mil 500 policías en este municipio, por orden del presidente Nayib Bukele.
El cerco militar fue anunciado como parte de lo que el Gobierno ha denominado «Fase 5 del –aún desconocido– Plan Control Territorial» y se observa desde la entrada de la colonia Santa Marta, de San Salvador. Grupos de militares caminan en fila con sus fusiles al frente o conversan en la entrada de los pasajes. La escena se repite en las entradas de las colonias Amatepec, 22 de abril, en las paradas de buses de Plaza Soyapango, en la colonia Las Margaritas y en La Campanera, según lo constató Revista Factum en un recorrido hecho la mañana del miércoles 7 de diciembre.
Los habitantes del segundo municipio más poblado de El Salvador, con 258,921 habitantes según Digestyc, deben pasar por un retén en las cercanías del redondel de la fábrica Diana. En ese lugar son recreadas escenas inmortalizadas por la prensa durante el conflicto armado salvadoreño. Soldados armados le hacen parada a los microbúses, bajan a los hombres jóvenes, los ponen en fila con las piernas abiertas, les revisan sus celulares y les piden que se levanten la camisa. También les preguntan para dónde van.
Otros soldados suben a las unidades y revisan los bolsos y las carteras de las mujeres.
En la entrada a la calle principal de la urbanización las Margaritas, abajo del complejo deportivo España, permanecen estacionados cinco blindados Black Mamba, que recientemente fueron adquiridos por el Ministerio de Seguridad.
Esta revista quiso verificar el dispositivo en el reparto La Campanera, un lugar que durante años estuvo asediado por la pandilla 18, pero militares no permitieron el ingreso. Dijeron que tiene una orden para solo dejar pasar a periodistas que porten una pulsera rosada, pero no supieron explicar quién la proporciona ni dónde se gestiona. El Gobierno dice haber tomado el control de este lugar. Factum únicamente pudo verificar la presencia de militares en autobuses y en la entrada de esa colonia.