El país que abandonó a Quejá

La aldea Quejá es símbolo de un sistema de reducción de desastres incapaz de cumplir sus obligaciones ante el anuncio de un diluvio potencialmente mortal. Del recuerdo de las 58 personas que murieron soterradas al paso de la tormenta Eta. De un gobierno indolente que tardó siete meses en declararla inhabitable.