Pocas veces una selección salvadoreña de fútbol había causada tanto pesimismo como el grupo que ha viajado a México para enfrentar la noche de este viernes al vigente campeón de la CONCACAF en el Estadio Azteca.
Una crisis institucional —causada en buena parte por el desorden federativo— llevó a que un grupo de jugadores de jerarquía en los procesos recientes decidiera demandar ciertas exigencias que no les fueron cumplidas. A raíz del hecho, la FESFUT respondió abriéndoles un expediente, mientras que el resto de jugadores no acompañó a “los rebeldes”. El caso ha derivado en un fraccionamiento total que va desde el grupo de futbolistas separado de la convocatoria hasta la misma Federación, que se vio obligada a contradecir las lamentables declaraciones de su presidente, Jorge Rajo, quien declaró a Televisa, el emporio mexicano de comunicaciones, que “El Salvador no tiene oportunidad de ganar en el Azteca y que la causa de ello recae en la calidad de los jugadores salvadoreños que han viajado”.
Así viaja “la Selecta”, con un grupo de futbolistas divididos, con una federación dividida y con una afición dividida —entre quienes opinan que el problema radica en los jugadores y los que piensan que no solo ellos son los culpables, sino también los federativos—. Así, con escasos días de preparación, con un técnico que incluso se manejó en la incertidumbre de no tener siquiera un contrato firmado. Así afrontará El Salvador el desafío de ganar en la cancha más difícil de toda la región.
Por eso Factum preparó un gráfico en el que detallamos algunos de los puntos tácticos más importantes para entender “a qué podría jugar El Salvador” esté próximo viernes en el Estadio Azteca.
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