Miguel Ángel Vásquez, párroco de Arcatao

"El FMLN confió en que la conciencia política de Arcatao estaba muy clara, cuando no es cierto"

Miguel Ángel Vázquez es el párroco de la iglesia católica en Arcatao, Chalatenango. Tiene 55 años y ya lleva dos períodos al frente de la parroquia del municipio: de 1986 a 1991 (en plena guerra civil) y de 2005 hasta la fecha. El mes pasado, su nombre saltó a la luz mediática cuando publicó un comunicado en el que afirmó que hubo irregularidades en las elecciones de Arcatao y Nueva Trinidad que beneficiaron al partido Nuevas Ideas. Revista Factum conversó con él en esos días para conocer su explicación de lo ocurrido en los comicios de 28 de febrero.

¿Por qué cree usted que perdió el FMLN la alcaldía de Arcatao?

Mirá… Yo no soy un analista en estas cosas, pero lo que puedo percibir… ya que este es un pueblo histórico, un pueblo de muchos mártires, un pueblo que se ha caracterizado porque es muy luchador; diría que, de la población que vive aquí, hay un 70 % que fue un pueblo luchador; y un 30 % que es un pueblo que ha regresado a repoblarlo, viniendo de las zonas que estuvieron bajo el ejército, bajo el gobierno. Pero, aún así, es una mayoría y hay varios factores, yo creo, para analizar esta situación. Uno es el factor mediático: los medios de comunicación tienen una gran capacidad para ubicarte en lo que ellos quieren. Si Messi hizo una jugada no apropiada en el partido de fútbol con tal equipo, el mundo lo sabe y el mundo discute las formas que usó Messi para su jugada. Es decir, el poder de los medios… como dice Ramonet: «los medios de comunicación son el cuarto poder». Y manejan como ellos quieren todo esto. Manejan hasta los mensajes subliminales con los que captan el sentido de la gente. Y no digamos los especialistas en esto, que saben de mercadeo; saben del juego mediático de estas cosas y del valor que significa esto. Creo que la política del presidente –con su equipo– ha sabido captar el sentir de la población. Sobre todo, ha sabido manipular términos. Por ejemplo, cuando te dice: «cúpula, cúpula, cúpula, cúpula, cúpula». Entonces, te mete la idea de la cúpula, aunque no sea toda la gente que está maleada. Puede haber alguna; puede haber otra, pero no. Y luego, el tema de corrupción, que es un tema que se maneja no sólo en El Salvador. Este no es un tema de aquí. Es un tema de América Latina y del mundo. Y si ellos quieren hacer que la corrupción sea un punto de ataque, hasta la misma central de inteligencia americana, hasta los mismos organismos que te quieren hacer caer, pues te ponen la trampa para que caiga el corrupto y por ahí agarrarte. Es decir, ese tipo de cosas, ¿verdad? 

Entonces, siento que los medios de comunicación [explican el resultado]. Y segundo: los métodos de trabajo del Frente, [que estaba] muy confiado en que este es un pueblo histórico, muy confiado en que su conciencia política está clara, cuando no es cierto. Hay que trabajarla, porque las circunstancias la cambian, la modifican. La población migrante que se va piensa de un modo. Ahora ya no duerme en el suelo; duerme en cama, con aire acondicionado y come bien los tres tiempos. Pero se trabaja fuerte. Entonces, todo eso lo modifica. Creo que fue demasiado confianza. El trabajo de base se descuidó. Tenían su colectivo, pero una cosa es tener un colectivo y otra cosa es trabajar cercano con la gente, escuchando, no sólo un pensamiento, sino lo que viven y lo que sienten. Creo yo que eso. Y tercero: la falta de formación política en los cuadros [del FMLN] y en la gente. Porque imagínate que mucha gente vota por el color. ¿Quién es el diputado? No les importa. Ellos votan por todo. Ahí está que el Parlacen sacó tantos curules y sacó tantos curules para la Asamblea. Que jaló tanto… La gente vota así: de una manera manipulada. Eso, pues, pegó y ahí cayeron.

Y decía «falta de formación política» porque una gente con conciencia política analiza: «¿Por quién voy a votar? ¿A quién voy a marcar?». Pero eso fue una masa. Entonces, hubo falta de formación política. Y en el caso de los equipos que estaban en las mesas de votación, hubo una falta de fogueo en esa gente, porque Nuevas Ideas tenía un tipo guerra; tenía sus equipos bien formados para pelear hasta el último detalle. Y los muchachos del Frente no. Era gente de buena voluntad que había estado en otras ocasiones. La habían tomado ‘al suave’. Incluso: «Ya salí de mi compromiso… Yo no voy a desvelarme ni voy a aguantar hambre por esto». Es decir, una actitud así como bien… suave y no de estar vigilantes. Y eso es demorar el recuento hasta que la gente está cansada y tiene otra situación. Así de esa manera.  Eso es lo que yo veo como causas, porque la verdad es que la persona, el candidato [del FMLN], es excelente. Es un buen muchacho, comparado al otro. En mi comunicado detallo las dos figuras. Eso les ha caído pesado, pero es la verdad. Yo, después de tantos años de estar aquí, pues, ya no me dan atol con el dedo. Y no lo dije antes de las elecciones para que no pensaran que intervenía. Lo dije después, en mi comunicado, lo que yo vi. Pero fíjate que no es solamente coyuntural, sino que es de lo que viene desde hace rato. Las cosas hay que verlas en su contexto. No verlas así, sólo en lo inmediato. Entonces, por ahí va lo que, a primera vista, sí puedo decirte. No me he sentado a ver todavía despacio.

¿Cuál sería la principal razón que explica este resultado?

Es la [falta de] formación política y la falta de cercanía con la gente de parte de los dirigentes, no todos.

Básicamente, me está diciendo que se confiaron… 

Sí, muy confiados aquí. Aunque ya se veía el panorama que estaba manejando el presidente. Mirá… Si cuando fue febrero del año aquel en el que dijo «no voten» y toda la correlación se fue a la diputación de la derecha en la Asamblea. Ahora la putean, ahora la insultan; y ahora vienen, lo nombran presidente, y lo primero que hace es arrodillarse a los Estados Unidos y a la derecha de Estados Unidos. Y al ejército. Es decir, yo siempre usé esa imagen –en aquellos días que hacía mi análisis–, les decía que es como que te pregunten: «¿De qué color es el caballo blanco que usa Napoleón Bonaparte?» Unos dicen que es negro; otros dicen que es café. Bueno… pues… estamos viendo los hechos. ¿Qué puedes esperar, entonces? Yo creo que se confiaron. Creo que eso fue. Somos un pueblo histórico, pero la verdad es que en esto no. Un pequeño grupo de gente consciente lleva adelante la lucha, resalta, pero eso no significa que todos. Y en ese sentido creo que ese fue uno de los fallos. Y aparte de que, detrás de todo eso, en una política sucia, está todo lo que yo he denunciado: que es la compra votos. Dinero… aquí…  Gente ofreciendo plata. Ya esa ley de que hay delitos electorales nadie las pública. Ni nadie las condena. Entonces, por ahí hay compra sucia de votos por todos lados del partido que te ofrece, no sé, las maravillas para el futuro. Y la verdad es que si te está actuando con métodos de corrupción, ¿qué puedes esperar?


  • Esta entrevista se realizó el sábado 12 de marzo.

Padre Miguel Ángel Vásquez

Fotografías realizadas por Nicolás Menjívar