José Matías Ábrego es síndico en la alcaldía saliente de Nueva Trinidad. También es secretario del FMLN en el municipio que por 24 años fue un bastión de la izquierda política salvadoreña.
Pero el pasado 28 de febrero, con los resultados de las elecciones municipales, Nueva Trinidad pasará a ser administrado por Nuevas Ideas. La diferencia fue de apenas seis votos y Ábrego opina que aunque el partido emergente haya ganado, “es un gane con sabor a derrota”. Opina, además, que son múltiples las razones que explican el resultado. Entre ellas, la influencia que tuvo la campaña desde el Órgano Ejecutivo.
Fíjese que una de las interpretaciones que podría hacerle es que después de que [las elecciones] se perdieron a nivel nacional, se ha tenido una situación desde el aparato de Gobierno en la que ha habido una negativa a apoyar a las alcaldías, iniciando con el Fodes. Ese ha sido uno de los problemas críticos que, en alguna medida, ha desilusionado a la población, ¿verdad? Esa es una de las razones que debe estar para entender que, como FMLN, se haya reducido un poco el caudal de votos. Otra razón es que la deuda política no se nos haya dado para desarrollar nuestra propia campaña. Ese es un factor que nunca antes había sido… En esta campaña se nos negó y no pudimos hacer mucho. También creo que hay cosas… como cuando ya revisamos lo que ocurrió el día 28, lo que sucedió… vemos que no se permitió que la comunidad de la zona fronteriza pudiera participar en el proceso de elección. Es lo que pasó con la comunidad de Las Cuevas, que es una población muy comprometida con el desarrollo en el municipio. Y, pues a esa comunidad se le negó el acceso. No pudo participar en este proceso democrático. Y también se pudo evidenciar la visita de la gente que en algún tiempo vivió en El Salvador, pero que ahora está viviendo en Estados Unidos. Cuando viene gente a descalificar las cosas que en nuestro municipio se han venido desarrollando, pues, le cambia la manera de ver las cosas a la población humilde… Y peor cuando vienen con regalos. Cuando vienen con regalitos, pues, cualquiera cambia. Y eso se pudo evidenciar desde la elección presidencial, porque cuando se movió ese tipo de campaña… pues sí… usted sabe que la gente es sencilla. Les hacen cambiar de pensamiento.
No fue un proceso sano. Se sentía como una presión desde el aparato de las autoridades. Al final, terminó afectando en el momento del conteo. Pero esa parte ya tuvo que ver con que, en esta ocasión, cada Junta Receptora de Votos (JRV) era mucho mayor que antes. 700 votantes para cada junta… quiérase o no, le empezaban a generar cansancio al personal de las mesas. Y para colmo viene que, para Nueva Trinidad, cuando ya se nos dio el fallo, pasó todo el día 20 y llegando al 1 de marzo. Y hasta como las siete y fracción se estaba iniciando el conteo. Ya había un cansancio. Y hay información de que no se hizo un conteo minucioso, para verificar que cada voto para cada partido verdaderamente era la voluntad de la población. Nos dejó esa pequeña duda, aunque al final no es que hemos perdido… así… perder, perder. Porque en el caso de Nuevas Ideas, solo tuvo seis votos más que nosotros. Yo lo consideraría como… un gane… de esa manera, pero con sabor a derrota. Porque seis votos no marcan la diferencia. Estamos casi 50 a 50.
Por supuesto. Así como están las cosas… sí. Sin embargo, cuando uno ve la balanza política de apoyo hacia uno o al otro… O sea, aquí es un reto para todo el municipio: lograr consolidarnos con un trabajo de unidad para apostarle al buen desarrollo del municipio. Son los grandes retos que hay. Además, cuando uno ve un concejo completamente nuevo, con pocos niveles de conocimiento en administración municipal, pues, genera preocupación.
Cuando uno da una hipótesis de esa manera, quisiera reaccionar mencionando el caso de Arcatao. Cuando ve que en Arcatao –con un candidato nuevo, una gran persona, como Bladimir– también se pierde, creería que al final no todo se explica por el candidato.
Sería una serie de factores que llevaron a esto. Usted se fijaba en las publicaciones que hacían como Nuevas Ideas. Siempre vendían «la N de Nayib» y la gente ya no vio al candidato. Sino que de manera ciega iban a marcar la bandera.
No se descarta ninguna de todas [las explicaciones]. Es una serie de cosas que, al final, llevaron a que se marcara ese empate técnico y una diferencia de apenas seis votos. Yo creería que todos los factores están inmersos. Y como parte de los factores podría ser que lo del candidato afectó. Pero repito lo del caso de Arcatao: con un candidato nuevo y se pierde. Nueva Trinidad con un candidato con experiencia y también se pierde. O sea, estamos 50 y 50, ¿verdad?
Es que ahí está la cuestión de Arcatao, ¿verdad? Yo veo que son similares, Nueva Trinidad y Arcatao. Tienen una misma historia. Y cuando vemos: si Arcatao consigue el apoyo de la juventud, pues aquí no estaría descalificando a la juventud que no nos apoyó. No… Si la juventud también nos apoyó. Pero como le digo: es una serie de factores.
Es que fíjese que dentro de los procesos internos siempre se dan esos sinsabores. Siempre hay alguien que quiere a una persona, por alguna cualidad; otra persona prefiere a otro candidato. Y así, cada quién agarra su valoración. Uno escucha de una cosa y de otra. Pero más que eso, creo que al final hicimos lo que tuvimos que haber hecho en el proceso interno. No podíamos romper lo que la democracia estaba expresando. Era bien difícil quitarle el deseo al sector que estaba diciendo «por aquí se debe llevar la propuesta».
Fíjese que cuando yo revisaba, veía a menudo que había gente que sí apoyaba al Frente. Más valoraciones se expresaron –desde antes de lo que yo vengo entendiendo la situación política en el municipio– de gente que nunca nos ha apoyado. De por ahí sí se sentía que había un desacuerdo. Pero uno dice: «cuando hay niveles de conciencia; cuando hay un proyecto político a defender, al final, ahí están los resultados. Lo que quisieron los secretarios, ¿verdad? Ellos no pensaron en las personas». Porque al revisar, el candidato al que la gente le dio el gane tampoco es conocido en el municipio. Osea, no se sabe la historia de él. Y, aún así, ganó. A veces, la gente determina las cosas por otros factores.
Que se haya tenido el aparato estatal a favor de Nuevas Ideas.