Tiene 27 años y estuvo muy cerca de ser precandidato a alcalde por el FMLN en un municipio que el partido de izquierda llevaba gobernando por 24 años, sin interrupción. Se trata de Marvin Pineda Menjívar, militante del Frente en Nueva Trinidad, Chalatenango.
Pineda narra que declinó a la opción de lanzarse a la precandidatura por el FMLN, el partido al que pertenece y al que hoy analiza con dureza y autocrítica, por no haber sido capaz de entender con previsión que el candidato con el que compitieron no era, a su juicio, el idóneo.
Creo que esos resultados se obtuvieron a la base de dos grandes puntos: uno, el candidato que se llevaba de parte del FMLN estaba bastante desgastado políticamente. Ya se conoce mucho de su historia [en el municipio]; la cantidad de años que estuvo como alcalde. Tuvo puesto como gobernador, también. Creo que parte de eso no le pareció a la gente, considerando que era una persona que había estado ya tanto tiempo y que hay tanta gente con capacidad para ocupar un cargo como ese. Es gente preparada, gente que a través de todo este tiempo ha logrado sacar estudios y tiene una visión más amplia de la situación del municipio y de la situación en general del país.
Sí, pero considero que, en realidad, lo que más afectó al FMLN, lo que más tuvo peso en los resultados de las elecciones de Nueva Trinidad, fue eso: el candidato que iba por el Frente. Y, segundo, hay que mencionar también que desde el gobierno central hubo una campaña bastante grande para sacar a la gente del FMLN del poder y ganar la mayoría de alcaldías con el partido Nuevas Ideas. Siento que no es que NI haya surgido como tal acá. Me atrevería a decir que todas –o casi todas– las personas que están formando parte de NI en [Nueva Trinidad] son de partidos como Arena, o gente que se ha resentido con el Frente, por alguna razón. La mayoría son personas que están muy involucradas en Arena. No es que NI haya crecido por su forma de hacer campaña, por su forma de tratar a la gente o por su plan de gobierno, sino que un montón de sus seguidores o de los que decidieron darles el voto fue por [el deseo de] ya no ver a José como alcalde. Realmente es probar suerte.
Siento que las elecciones fueron así… La gente no conoce realmente al candidato [ganador]. Son personas que no tienen experiencia ocupando cargos públicos. Eso no quiere decir que no lo puedan lograr, pero es comenzar algo nuevo. Creo que el alcalde tampoco ha estado muy metido en política, aunque escuché que fue concejal en San Antonio de La Cruz y que cambió el domicilio. Tal vez él sí tiene un poco más de experiencia ocupando cargo público. Pero, realmente, de estar de concejal a pasar a ser alcalde… es algo muy diferente.
En verdad sí. Yo creí que iba a ganar el Frente, al ver a tanta gente que aún apoyaba, a pesar de que no todos estaban completamente de acuerdo con la candidatura. Pero sí veía una gran cantidad de gente que apoyaba. Y, realmente, con los resultados de la elección se puede ver que solo han sido seis votos de diferencia. No es una victoria de Nuevas Ideas arrasante. Lo considero casi un empate. Aunque en política no existen los empates, se ve que tenés dividida a la población. Podés notar que tenés casi un 50 % [de los electores que votaron] que apoya al FMLN y la otra mitad a Nuevas Ideas.
A José y a la gente del partido se les hizo saber.
Sí, previo a las elecciones. Incluso vino José y se reunió acá con la familia. Llamó a toda la gente de acá, del caserío. Y se le hizo saber. Se le dijo que no se tirara a la candidatura otra vez. Es más, yo salí mencionado ahí, en una asamblea, como un precandidato. Los del partido se comunicaron conmigo, pero el problema es que mi tío Saúl iba de síndico. Estaba yo, como precandidato a alcalde, y estaba José, que había sido preseleccionado en una asamblea que hubo acá. Y como a los tres meses vino aquí toda la gente del partido y me dijeron que si… Bueno, al respecto hay mucho de qué hablar… El día que vinieron y se reunieron conmigo fue el último día en que se podía inscribir uno. Entonces, era como: «No hay más opciones. Se inscribe y se toma una decisión rápida o no se inscribe».
Para ver si yo iba a aceptar ser un precandidato. Y digamos que charlas internas con José y ‘Chando’, que estaba ya propuesto, aunque en ese momento no se le mencionaba tanto a él. Al final vinieron y… pues yo dije que no. Realmente, por varias razones. Considero que esos procesos requieren tiempo. No son decisiones tomadas así, en minutos. Además, no me pareció que fuera José, que además de ir como precandidato –y ya se sabía que tenía un arrastre de gente–, andaba acá como secretario del partido. Entonces, no le sentí chiste que viniera José –que era un precandidato– y se quisiera reunir conmigo. Y se le dijo… No solo una vez. Incluso ahí se le dijo que no fuera… que no se lanzara… ¡Por eso! Porque ya estaba bastante… Pues, no se le dice «manchado políticamente», pero realmente eso es. Pero sí, se le dijo muchas veces.
Él vino a conocer si yo me iba a tirar [a la candidatura], realmente. Y venía como representante del partido, como secretario del partido, pero además de eso era un precandidato… el que más se escuchaba que iba a quedar, ¿verdad?
Dijo que el tiempo estaba bien difícil como para ganar la alcaldía otra vez, que se necesitaba una persona con experiencia para ganarlo. Ese era el argumento que utilizaba él. Por eso es que dijo que se decidió lo había elegido la gente, que él nunca buscó ser… Pero realmente sí podía serlo.
Cuando se fueron a las internas, ‘Chando’ empezó a hacer su campaña, a hacer visita casa a casa. También lo andaba haciendo José. O sea, él andaba haciendo todo para quedar… y al final la diferencia fue mínima: creo que por diez o doce votos ganó José. Ahí se puede ver otra vez que tenés una población dividida. Incluso dentro del partido había una población casi dividida a la mitad. Desde ahí la dirigencia del partido se tuvo que haber puesto a pensar mucho más adelante en las repercusiones de eso. O sea… Estás hablando de que no tenés el apoyo de una mayoría representativa para un candidato. O sea, ganás por la mínima.
Para mí, no. Y ese es el principal problema del partido y el motivo por el que se ha ido abajo. Hablo a nivel local. Y quizás me atrevería a decirlo [que también] casi a nivel nacional. La realidad es igual o muy similar. No aceptan críticas porque si das tu opinión, pues, ya te acusan de que sos contrario y que estás boicoteando al partido, cuando en realidad no querés eso. O sea, les querés hacer ver una realidad que está, pero que todos hacen como si no existiera.
Otra cosa que a muchos… como que desilusionó… fue que, además de José –que ya estaba como precandidato a alcalde– es que iba Matías, quien tiene ya 15 años de ser concejal. E iba por otro período. Por 18 años. Entonces, creo que la gente quiere ver caras nuevas ocupando esos cargos. Ya darle un poquito de cambios… Digámoslo así: cambios en la representación del partido. Ese es uno de los principales problemas y me atrevería a decir que los de Nuevas Ideas usaron el hecho de que José iba, otra vez, como candidato a alcalde. Esa fue su mejor arma.
Acá no existe mejor arma que decir: «¡Cuánto tiempo llevan!»… «¡No han hecho nada!»… Pueden decir hasta eso en la campaña sucia… Pero, pues, no. Para mí no existe mejor arma [para ellos] que eso.
Por su candidato a alcalde. Estoy seguro. Y si vas y lo preguntás, medio mundo [en Nueva Trinidad] te dice que fue por eso. No necesitás hacer un estudio tan grande. Simplemente hay que escuchar la opinión de gente de diferentes lugares… Todos te dicen eso.