Adolfo Salume:

“Revelé que financié a Héctor Silva por presión del gobierno de Bukele”

El empresario y político Adolfo Salume repite en esta entrevista lo que ya hizo público en un comunicado en octubre del 2019: que financió a Héctor Silva Ávalos para arrancar el proyecto de Revista Factum. Además, hace una revelación: asegura que hizo público ese comunicado por presiones del gobierno del presidente Nayib Bukele que, en un intento por callar a este medio, emprendió un ataque contra sus empresas. De ambas afirmaciones, Salume se negó a entregar pruebas documentales.

Fotos de FACTUM/Salvador Meléndez

A dolfo “Fito” Salume Artiñano es un empresario multimillonario y político salvadoreño. Desde septiembre del 2013 es secretario general del partido Democracia Salvadoreña (DS) que él mismo fundó, y desde entonces ha estado involucrado públicamente en la política y ha endosado su apoyo a diferentes partidos y candidatos a puestos de elección popular.

En 2015 Salume se lanzó como candidato a la alcaldía de San Salvador, el mismo año en que el ahora presidente salvadoreño Nayib Bukele ganó la competencia por la comuna. En las elecciones presidenciales de 2019, Salume dio su respaldo al candidato Carlos Calleja, del partido ARENA, el entonces principal opositor de Bukele por la presidencia. Sin embargo, tras su triunfo en las elecciones, Bukele incluyó a Salume en un selecto grupo que entrevistó y preseleccionó a los que serían los funcionarios de su gabinete.

Entre las empresas más conocidas de Salume se encuentran Molsa, una de las principales harineras de El Salvador; la cadena de restaurantes Mr Donut; y Diario1.com, un medio de comunicación digital fundado en el año 2014. Desde el año 2018, Salume es también el principal accionista de los equipos de fútbol Alianza F.C. y Club Deportivo Águila. Además, es presidente de la Fundación Transparencia.

Desde el año 2014, Salume se vio involucrado en una disputa empresarial en contra de la harinera Gumarsal, su mayor competencia, propiedad de José Adán Salazar Umaña, un salvadoreño que fue enlistado como “Relevante capo internacional de la droga” en la kinping act de la Casa Blanca por presuntamente haber sido uno de los líderes del Cártel de Texis. En 2016, una investigación periodística revelaría que Salume es dueño de un entramado de empresas offshore mediante las cuales se paga consultorías a sí mismo y así disminuye su factura fiscal bajo una estrategia que ha llegado al punto de usar el nombre de Cruz Roja Internacional para lograrlo.

Ese es Salume. Y esa es la persona que en octubre del 2019 aseguró haber contratado a Héctor Silva Ávalos para fundar Revista Factum en 2014.

En esta entrevista, Salume reafirma lo que consignó en aquel comunicado y amplía: dice que no solo financió a Héctor Silva Ávalos para fundar Revista Factum, sino que insiste en una relación más fuerte y de amistad entre los dos.

En esta entrevista, realizada el 25 de enero de 2021, Salume asegura que nunca tuvo intenciones de revelar su ayuda a Silva Ávalos durante el génesis de este medio, pero que se vio obligado a hacerlo mediante la publicación de un comunicado el 15 de octubre del 2019 por presiones o chantajes del gobierno del presidente Nayib Bukele. El empresario y político asegura que el gobierno lo tenía “bajo ataque” con inspecciones simultáneas de los ministerios de Salud, Trabajo y Hacienda en su cadena de restaurantes “Mr. Donut”. Las inspecciones terminaron con el cierre temporal de al menos seis de sus sucursales.

Salume atribuye esa presión a un intento del gobierno por callar a esta revista que recientemente había revelado una investigación que evidenciaba vínculos entre Bukele y el entramado Alba Petróleos El Salvador, una sociedad ahora investigada por lavado de dinero y a que Bukele pensaba que Salume tenía incidencia editorial en Revista Factum.

Un periodista de Revista Factum conversó con Salume vía telefónica durante una hora. La conversación se dividió en dos pates, 20 minutos off the record o con la grabadora apagada. En este tiempo, Salume pidió poder explicar el contexto en el que se dieron las conversaciones y su acercamiento a Silva Ávalos. En el tiempo restante Salume dio su versión pública de los hechos.

Se enciende la grabadora.

¿Por qué aseguró usted en un comunicado publicado el 15 de octubre de 2019 que contrató a Héctor Silva Ávalos para fundar Revista Factum?

Yo quisiera clarificar esas palabras y quisiera decir que yo junto con mi amigo y periodista, a quien yo respeto mucho, Héctor Silva, decidimos fundar juntos Revista Factum. Y eso sucedió en el año 2014.

Si usted ahora ha salido a decir que fundó revista Factum y que financió a Héctor Silva para su creación, ¿por qué no puso su nombre o dio la cara por este medio como sí lo ha hecho, por ejemplo, con Diario1 del cual se sabe que usted es el dueño?

Sí. En ese momento, Héctor y yo tomamos esa decisión principalmente por petición mía porque yo había fundado Diario1 y yo ya estaba en un ataque frontal por parte del crimen organizado y de parte de muchos funcionarios corruptos que nosotros ya estábamos denunciando en Diario1. Y yo consideré que no quería fundar en ese momento otro medio que también sería atacado por asociarse a mi persona. Entonces, para darle una oportunidad a este medio de nacer sin que tuviera el ataque que yo ya me estaba ganando, yo le pedí a Héctor, le sugerí, y él estuvo de acuerdo con que mi participación se mantuviera confidencial.

Usted dice que le pagó a Héctor Silva y que financió la creación de esta revista. ¿Cómo le daba ese dinero a Héctor Silva Ávalos?

Mire, yo en estos momentos no recuerdo muy bien los detalles. Lo que yo sí le puedo decir es que como parte de mi apoyo al proyecto yo financié algunas cosas como el registro de la marca en el registro en El Salvador. Porque el proyecto nació así, en una plática entre amigos. Los detalles de cómo se pagaron esas cosas, esos gastos eran míos. El trabajo que se hizo fue principalmente por Héctor. Y luego, bueno, tú te recordarás cuando estuviste en el Diario1, se le brindó apoyo logístico y de investigación y periodístico por medio de Diario1. Héctor como director de Factum, algunas cosas que él estaba trabajando, investigando, se le brindó recursos periodísticos que ya teníamos en el Diario1 porque yo no tenía el interés de invertir más en otro proyecto periodístico como había invertido en Diario1 y aprovechamos lo que se tenía en el diario para apoyar a Héctor Silva que era el que prácticamente hacía que la revista funcionara.

¿Los pagos se los hacía a través de depósitos, cheques, transferencias bancarias…?

No recuerdo, Bryan. Pero si hubo fondos que se dieron para el funcionamiento de la revista fue para eso, para el funcionamiento de la revista más que para otra cosa.

¿A cuánto asciende el monto con el que le ayudó a Héctor Silva para financiar la revista? Digo, usted es un empresario, y no cualquier empresario, es un empresario exitoso, supongo que debe llevar bien la cuenta de cuánto invierte en sus empresas.

Honestamente no, porque en el caso de Factum esta no fue una inversión empresarial como las otras que yo tengo que son con el principal objetivo de crear una empresa rentable. Aquí lo que se trataba era de crear un medio que dijera la verdad. Así como el proyecto de Diario1. Esa es la explicación que te puedo dar. El proyecto Revista Factum nunca lo vi yo como un proyecto para ganar dinero. La revista cuando inició no tenía absolutamente ninguna posibilidad.

¿Hasta cuándo usted mantuvo una relación de tipo empresarial con Héctor Silva?

Sí. En una publicación que yo hice en mi twitter creo que puse más o menos las fechas. Ahorita no te puedo precisar, pero… es decir, iniciamos en octubre del 2014 y creo que me mantuve apoyando a Factum un año o año y medio. Aproximadamente. No recuerdo exactamente. Después, ante el interés, y que la revista agarró lectores y un número de seguidores, ante el interés de Héctor de llevarlo y mi imposibilidad de seguir acompañando, es que Héctor buscó otros apoyos y entiendo que logró apoyo de algunas fundaciones que apoyan proyectos periodísticos de la índole de la Revista Factum. En ese momento yo estaba consiente que organizaciones como esas no querían ver el involucramiento de una figura como persona que además de ser empresario me había metido en la política, etcétera, etcétera.
De hecho, me acuerdo que Héctor se me acercó y me dijo “¿cómo te voy a poder pagar todo lo que tú has hecho por la revista?” Y yo recuerdo que le dije “Héctor, tú a mí no me debés más que las gracias y el compromiso de que esta revista llegue a ser una gran revista, siempre comprometida con la verdad”. Recuerdo que él estaba sorprendido. Yo no pedí nada a cambio porque para mí este era un proyecto periodístico y esa era mi creencia. No era un proyecto para ganar dinero. Creo que fue como un año y medio. Tú podrás saber ahí en Factum cuándo fue que consiguieron un apoyo, un grand. No me recuerdo exactamente.

Le pregunto esto porque Héctor dice que la última vez que ustedes dos hablaron fue para hablar sobre mi salario. Yo me renuncié de Diario1 y empecé a trabajar en Factum en agosto del 2016. Es decir, casi dos años después de la fundación de Revista Factum. ¿Usted recuerda esa conversación?

Yo me recuerdo que nosotros con Lafitte acordamos apoyar a Hector. Me recuerdo que tú eras una de las personas que a Héctor le había gustado muchísimo porque de todos los periodistas con los que había trabajado contigo es con quien se sentía más cómodo. Entonces, en un momento dado, cuando él quería requerir más de tu tiempo, yo ya no seguía siendo patrocinador de la revista, porque creo que estaba volando con los fondos propios que había conseguido, y entonces Héctor me dice que él ya tenía la posibilidad de pagar un salario, entonces donde… no me recuerdo muy bien que ahí viene él y me dice “mirá, yo podría pagar el salario de Bryan o pagar una parte del salario de Bryan para que me lo asignaran a tiempo parcial”. Creo que así iniciamos. Pero creo que estábamos pagando el tiempo parcial y él te utilizaba el 100% de tiempo. Y entonces, Lafitte me decía “puya, ¿estamos pagando el salario de Bryan o la mitad?” No me acuerdo cómo era. “Pero solo trabaja para Héctor”. Entonces, ahí fue donde vino un pequeño estira y encoge porque de alguna manera a ti nosotros te valorábamos mucho en Diario1. ¿Me explico? Entonces, para Lafitte, que Lafitte sentía que tú eras uno de sus periodistas estrella, que Héctor que era amigo de la casa te estaba robando, me entendés. Entonces ahí fue donde hubo un poquito de estira y encoge, pero vos comprenderás que yo no podía ni pelearme con Lafitte ni pelearme con Héctor. Entonces, yo estaba en medio de ese asunto y al final creo que tú te terminaste yendo con Héctor. ¿Así fue, verdad? ¿Y en qué fecha te fuiste tú con Héctor?

En agosto de 2016.

Probablemente para entonces yo ya había dejado de apoyar el proyecto porque ya Héctor ya tenía fondos y podía contratar gente y todo eso. Por eso te digo: no recuerdo si dejé de apoyar el proyecto a finales de 2015 o a mediados de 2016. Por ahí anda la fecha.

Una de las cosas que hemos comprobado sobre su relación con Héctor y el génesis de Factum es que el logo y la línea gráfica de Revista Factum se hizo en las oficinas de Diario1. La hizo un diseñador que se llama Juan Durán.

Sí. Me acuerdo de Juan Durán.

Héctor menciona que fue con autorización suya. ¿Así fue?

Sí. Así fue.

¿Eso fue parte de la ayuda que usted dice que Diario1 le daba a Héctor?

Por supuesto, si yo era fundador de Factum. Es decir, yo iba a apoyar con lo que yo pudiera la revista, jajaja (risa contenida).

Usted publicó un comunicado en febrero de 2020. De hecho, el 10 de febrero del año pasado en el que usted asegura que había contratado a Héctor y todo lo que ya hablamos. En ese contexto, usted tenía encima de sus empresas al Ministerio de Trabajo y al Ministerio de Salud con diferentes auditorías en varias de sus empresas que estaban siendo cerradas en ese momento…

Ponele así: yo había recibido muchísima presión del gobierno de Nayib Bukele, incluyendo inspecciones del ministerio de Hacienda, del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Salud y el cierre que yo consideraba completamente precipitado e ilegal de algunos de mis restaurantes.

Tenemos información de que su comunicado de febrero de 2020 en el que dice que contrató a Héctor Silva para fundar Revista Factum surge a raíz de esta presión.

Es correcto. Y el gobierno estaba molesto por unas publicaciones que había hecho revista Factum con respecto a las donaciones de Alba Petróleos, unas publicaciones que no le habían gustado al presidente Bukele, las que lo vinculan de recibir no sé cuántos millones de Alba, y aparentemente ellos tenían la percepción de que yo era quien estaba detrás de revista Factum y por eso habían salido represalias contra mí. ¡Ese es un ataque contra el periodismo! Bueno, típico de estos hijos de puta, pues, vos lo sabés.

¿Cómo supo usted que eso era una presión para que publicara ese comunicado?

Sin mencionar nombres, poné ahí que yo sostuve reuniones con un emisario del gobierno, un emisario del gobierno y del presidente Bukele para aclarar esta situación en aras a que ya no continuara este ataque en contra de mi grupo empresarial. Y ahí es donde se aclaró que yo no era el editor ni el dueño ni nada en ese momento de Revista Factum. Que yo solo había sido muchos años atrás, cuatro o cinco años atrás el fundador de la revista, pero que yo me había retirado desde hace tres años, que yo ya no tenía nada que ver y que la revista era completamente independiente. Ahí me piden que publique un comunicado diciendo eso.

¿La presión del gobierno cesó después de esta publicación?

(Suspira)…. Pues, la verdad que no de la manera en como se me hizo creer que iba a cesar. Porque el acoso que mi grupo empresarial ha tenido por parte del Ministerio de Hacienda no ha cesado. Y los cierres de los establecimientos de mis restaurantes pararon y se reaperturaron mis restaurantes no por decisión de los ministerios, sino por un fallo de la Cámara de lo Contencioso Administrativo.

¿Este emisario que usted menciona es un empleado de gobierno, una persona cercana a Nayib o cómo la podría describir usted? ¿Qué autoridad tenía él para poder llegar donde un empresario a hablar estos temas?

Yo me comprometí con ese emisario a mantener confidenciales los contenidos de nuestras pláticas y ahorita obviamente no me gustaría revelar su identidad ni comentar más al respecto.