Irma Galindo y Juan Pablo López viven en países distintos pero tienen en común su amor por el bosque y la persecución que sufren por la defensa ambiental del territorio. En México, Irma, una defensora “Ñuu Savi” (mixteca), vive desplazada porque la defensa del bosque provocó que familiares y vecinos quemaran su casa. En El Salvador, Juan Pablo López, defensor del cerro El Águila, pasó dos años judicializado y con un grillete por denunciar la tala de un bosque nebuloso. Pese a los ataques físicos y legales, ambos defensores continúan luchando por preservar el medioambiente.
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Este reportaje fue realizado con el apoyo de la International Women’s Media Foundation (IWMF) como parte de su iniciativa de Adelante en América Latina.