Luego del incendio en Ciudad Juárez, en donde murieron, ninguno de los familiares de Milton y Enrique quiere hacer el viaje para repatriar los cuerpos. Nadie tiene el valor de verlos sin vida. Están dolidos hasta la inmovilidad en el caserío Los Melaras.
Cada año miles de personas expulsadas de Asia y África atraviesan América Latina buscando el norte como golondrinas desorientadas a causa de un clima alterado. Esta investigación colaborativa y transfronteriza cuenta la historia de su paso por nuestros países.
El penúltimo eslabón de la ruta latinoamericana para los migrantes extracontinentales es un paso rápido, irregular en fronteras, y con abusos y pagos disfrazados de multas. Los migrantes, que evitan pasar por El Salvador, viajan por la ruta norte que conecta Honduras con Guatemala.
En diciembre de 2018, el vietnamita Van Dung Nguyen iba decidido a migrar a Estados Unidos, cuando fue arrestado en el aeropuerto de El Salvador con un pasaporte salvadoreño falso. No lo acusaron de criminal, pero no lo dejaban seguir viaje. Fue tan invisible como los otros miles de migrantes extra-continentales.
Los primeros migrantes a Estados Unidos, antes que los europeos, fueron los mexicanos a California. Estados Unidos se paraliza sin los latinos; el aporte de ellos es indispensable en todos los ámbitos de la economía norteamericana. La cultura estadounidense está impregnada de lo latino.
Es difícil de entender esa parte del acuerdo sobre migración entre AMLO y Trump y es más que obvio que eso no se arregla con 6,000 soldados más en la frontera con Guatemala y que los guatemaltecos pongan 1,000; que El Salvador ponga 2,000 y otros tantos en Honduras.
Esta es la historia de un hombre que vio migrar a su familia. “Aunque estoy satisfecho porque sé que mis hijos tendrán una mejor vida, me deprimí. Yo no me fui con ellas al Norte pues no teníamos la plata”, dice este hombre que trabaja como taxista.
