Se deshace el castillo de naipes…

La Sala de lo Penal de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador acaba de propinar un importante revés judicial al empresario Enrique Rais, el hombre que se había garantizado la docilidad, incluso la complicidad, de la Fiscalía General desde que intervino ante uno de los líderes del FMLN para que el abogado Luis Martínez fuera elegido fiscal general en 2012. En enero pasado la Sala resolvió revertir la exoneración dictada por dos tribunales inferiores a favor de Rais en un caso de estafa y administración fraudulenta relacionada con la empresa MIDES. La Corte, además, cuestiona con dureza el trabajo de la Fiscalía.


Las cosas ya no pintan tan bien para Enrique Rais. La resolución de la Sala, dictada a las 8:40 a.m. del 18 de enero de 2016, mandó al basurero jurídico dos fallos de tribunales inferiores a favor del empresario en un caso en que sus ex socios en MIDES lo acusaban de estafa y administración fraudulenta.

El 28 de noviembre de 2014, el juzgado décimo cuarto de paz de San Salvador había exonerado a Rais, a su hija, a su sobrino y a dos de sus empleados de los dos delitos. El 13 de mayo del año pasado, la Cámara de lo Penal de la Segunda Sección del Centro confirmó la exoneración. En buena medida, según concluyó luego la Sala de lo Penal, la floja actuación de la Fiscalía en la investigación tuvo que ver con la decisión de los dos tribunales.

“Este tribunal de casación es del criterio que no existe razón suficiente en las conclusiones de la cámara seccional… se vulneraron las reglas… el tribunal de segunda instancia no sustenta sus razonamientos… no tiene justificación alguna”, razonan los tres magistrados de la Sala de lo Penal su decisión de revertir las decisiones de los tribunales inferiores.

La Sala reprocha a la Cámara que haya hechos suyos argumentos como los siguientes para ratificar la exoneración de Rais y compañía: que la investigación no pudo determinar la existencia de los ofendidos –los ex socios de Rais–, que documentos presentados por los acusadores de Rais cuyos originales estaban en inglés no fueron traducidos por completo, y que la Fiscalía había actuado en forma diligente.

Dice la Sala que la única diligencia que hizo la Fiscalía en el caso fue una inspección ocular a las instalaciones de MIDES. “Expresar que actuó con diligencia por haber realizado únicamente las inspecciones… es una falacia”, dicen los magistrados.

Y, finalmente, la Sala reclama a la Fiscalía de Luis Martínez por no haber seguido lo que le indica la ley cuando se dispone a pedir la exoneración definitiva de un imputado: otorgar a la víctima una audiencia previa.

Por todo eso, resuelven los magistrados, “el defecto procesal reviste suficiente gravedad como para justificar la nulidad (de la exoneración)”.

Días menos felices

Cuando Luis Martínez llegó al despacho principal de la Fiscalía General, Rais y sus ex socios en el negocio de la recolección de desechos sólidos, los canadienses Franco Pacetti y Matteo Pasquale, tenían varios pleitos abiertos en los tribunales. En esencia, los extranjeros acusaban a Rais de estafarlos, de no pagarles y de utilizar fondos de la compañía para sufragar gastos personales, mientras que el empresario salvadoreño alegaba en las cortes que los canadienses eran quienes lo habían estafado y extorsionado.

Durante la gestión de Martínez, Rais llevó todas las de ganar: la Fiscalía General dictó órdenes de captura contra los canadienses y dio carpetazo a las denuncias contra el salvadoreño, ya sea porque desistió de investigar las acusaciones en su contra o porque presentó casos débiles en los tribunales.

Tras la complicidad entre Enrique Rais y el exfiscal había una relación que empezó con la gestión política que el empresario hizo a través del dirigente efemelenista José Luis Merino para colocar a Martínez en la Fiscalía, pasó por el uso indiscriminado que el exfiscal hizo de aviones privados del empresario y terminó con una relación íntima que incluyó incluso celebraciones navideñas. Revista Factum documentó todas esas irregularidades.

De acuerdo a dos fuentes cercanas al despacho de Douglas Meléndez, el abogado que sustituyó a Martínez en el despacho de fiscal general, Rais envió emisarios al funcionario recién electo para ofrecer tratos similares a los que tenía con Martínez. Hasta ahora, según esas fuentes, Meléndez no ha recibido a los mensajeros.

“Sí ha recibido presiones, y han querido llegarle con plata, pero hasta ahora él se ha mantenido”, aseguró a Factum un exfuncionario que participó como asesor externo en reuniones en las que estuvieron presentes Meléndez y varios de los fiscales a los que nombró jefes de unidad.

Factum trató de contactar a la oficina de Rais para obtener comentarios respecto a la versión anterior pero no hubo respuesta.

Parece que, por ahora, las puertas de la Fiscalía se cerraron para Enrique Rais. Pero algunos viejos amigos que tenía en el Ministerio Público optaron por cambiar de bando: de acusarlo en nombre del Estado pasaron a defenderlo en los tribunales.

Tal es el caso de Francisco José Paredes Valladares, el agente auxiliar de la Fiscalía que litigó el caso de estafa contra Rais en 2014 y hoy es abogado particular del empresario, según documentos que constan en la causa 288-2015-2 del tribunal segundo de sentencia de San Salvador, abierto contra Mario Calderón, un exabogado de Rais al que el empresario también acusó de extorsión.

Fuentes judiciales confirmaron a Factum que el 27 de febrero pasado Paredes Valladares, el exfiscal que pidió a los tribunales no tomar en cuenta pruebas porque “no estaban traducidas”, se presentó como querellante particular en el proceso contra Calderón. Así consta en los folios 2783 al 2816 de ese expediente.

Mario Calderón fue apoderado de Rais, renunció y pasó a trabajar con los canadienses; el año pasado, el exfiscal Martínez ordenó arrestar al abogado bajo acusaciones de extorsionar a Rais, y también a Claudia Herrera, esposa de Calderón, a quien acusó de amenazar al empresario. Ambos están presos.

Enrique Rais, sin embargo, tiene aún algunas influencias. El proceso por estafa y administración fraudulenta que la Sala de lo Penal acaba de anular volverá a la Cámara Tercera de lo Penal. Ahí trabaja Armando Serrano, hijo de un abogado del mismo nombre que fue candidato a magistrado de la Corte Suprema y hoy es apoderado legal de Enrique Rais y querellante particular en el caso contra Mario Calderón.

Serrano padre también ha viajado en los aviones particulares de Enrique Rais, según consta en una denuncia abierta contra el exfiscal Martínez en el Tribunal de Etica Gubernamental.

*Foto principal: El exfiscal Luis Martínez y Enrique Rais en un rancho de playa del segundo en diciembre de 2015. Foto propiedad de Revista Factum.

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