San Salvador se vuelca con su arzobispo

Las calles de San Salvador y su corazón, la plaza situada frente a Catedral Metropolitana, se atiborraron de devotos y admiradores de Romero, el arzobispo eterno de El Salvador. La plaza Gerardo Barrios recordó las concentraciones más emblemáticas: la celebración de la firma de los Acuerdos de Paz -en 1992- o incluso el entierro del mismo arzobispo en marzo de 1980. Todo comenzó con una marcha que salió del Salvador del Mundo, la tarde del 13 de octubre, que terminó con diferentes actos frente a catedral la madrugada del 14, cuando en Roma el papa Francisco anuncia que Óscar Arnulfo Romero era ya santo.

Fotos FACTUM/Salvador Meléndez

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