LOS 18 MEJORES DISCOS [salvadoreños] DE 2018

No hay texto sin contexto. Por eso, con esta aclaración presento la tercera entrega anual consecutiva de las mejores producciones musicales hechas dentro o fuera de los 21 mil kilómetros cuadrados de El Salvador, porque nuestra identidad también es migrante. La selección incluye dos formatos: EP (Extended Play/Reproducción Extendida) y LP (Long Play/Larga Duración). 

Este 2018, la música nacional vio mucho adentro de su propia esencia. Varios de los discos retratan o comentan esas identidades, en permanente construcción. Por eso, aparte de los componentes básicos de producción, también hay una valoración de elementos identitarios; así como de sus narrativas, líricas o instrumentales. Todo ha sido juzgado, por su puesto, en su propio contexto de creación. 

Existe mucha diversidad en la propuesta salvadoreña. Los géneros abordados son variados: música académica, jazz, rock industrial, rap, electrónica, metal, rock fusión, pop y hardcore, entre otros.

Al final del conteo aparece otro listado con algunos de los discos que también fueron evaluados, pero no calificaron para estar dentro de los mejores 18 del año. Entre todos suman más de treinta producciones, una cifra sorprendente para un país que históricamente ha batallado para encontrar el desarrollo que vuelva sostenible una industria musical.


18. “Refugio”
(Ricardo Bendek)

Más que un hecho, Ricardo Bendek es una promesa. “Refugio” es un álbum honesto y fresco, un disco de ideas musicales efectivas y referencias psicodélicas. Esta es una producción independiente muy concentrada en la autenticidad, sin artilugios. Se trata de un primer encuentro con este artista que, ojalá, siga elevando su vuelo. 

Corte recomendado: “Nena”

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17. “Mi ciudad”
(Alta Traición)

Encontramos aquí una serie de crónicas urbanas desde la ciudad reventada, capital de Hell Salvador. “Mi Ciudad” es el álbum debut de Alta Traición, un listado de canciones diseñadas para ser coreadas. Punk rock de corte tradicional, con leves pinceladas de hardcore. Este es un retrato crudo y –por momentos– divertido de la cotidianidad del país. 

Corte recomendado: “Desorden mental”

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16. “Música contemporánea para escuchar en la radio”
(Herr Capitan)

En Facebook, el proyecto Herr Capitan se autodenomina “Terror Ambiental Psycho Groove”. Y es atinado. Los tres temas de su EP debut, “Música contemporánea para escuchar en la radio” podrían ser la banda sonora de un cortometraje de ciencia ficción retrofuturista en el que todos terminan muertos.  

Corte recomendado: “Pray”.

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15. “Jungla de concreto”
(Sentencia)

La cuarta producción de Sentencia es un EP llamado “Jungla de concreto”, que constituye un paso más en su solidez musical, con mucha cercanía al metal, pero leal al hardcore. Letras barriales y beatdown para “mantenerse real 24/7”. Destaca la vocalización del Chele, que por momentos recuerda la de Jamey Jasta, de Hatebreed.

Corte recomendado: “Felonía”

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"El EP de Big Pony es un trabajo de sobrada honestidad"

14. “Boleto de ida”
(Big Pony)

Big Pony es una salvadoreña radicada en Argetina que tomó en serio su vocación por la música y apostó todo por ella. Su primer producción lleva por nombre “Boleto de ida”, inspirado en cantautoras como Tori Amos y Regina Spektor. En el EP conviven influencias del trip hop, el rock alternativo y el indie pop. Este es un trabajo de sobrada honestidad. 

Corte recomendado:  “Predicción”.

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13. “Salí del suelo”
(Rompiendo El Silencio)

El álbum “Salí del suelo”, del dúo de rap Rompiendo El Silencio, integrado por Alber Todo y Luigui Doze, disminuyó la agresividad en las bases para destacar sin ruido una colección de líricas crudas, honestas y reflexivas. Encontramos aquí una cara diferente a la de su anterior trabajo, demostrando diversidad en su producción. Rompiendo El Silencio no busca el aplauso rápido, construye sus redes y público con paciencia, pero a paso firme.

Corte recomendado: “Paranoia”.

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12. “The Eclipsers”

Luis Cáceres Dárdano –guitarrista y compositor salvadoreño– formó parte de un proyecto llamado The Eclipsers, en Nueva York, Estados Unidos. Su producción homónima propone un ambiente: la nocturnidad de los bares. Y lo logra gracias a la fusión generada por la guitarra de Cáceres y la voz de Katie Spalding. Se trata de 18 minutos para disfrutar de ese bello romance entre elementos del blues y la música alternativa. 

Corte recomendado:  “Crystal Clear”.

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11. “Nada Suena”
(Proyecto Pulpo)

Proyecto Pulpo tiene claro el camino y lo construye poco a poco. Su álbum debut posee un sentido completo. Y aunque las aguas de donde bebe son públicas –Spinetta y Gustavo Cerati, entre otros–, logra imprimir su marca, una que se desarrolla entre la admiración al pasado y el entusiasmo por el presente. Este es un rock desprejuiciado, pero no descuidado; un rock sin miedo a las estructuras pop, pero tampoco por las progresivas. “Nada suena” es la primera pieza de un rompecabezas que ojalá sea grande. 

Corte recomendado: “Motivos”

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"Pese a la agresividad de El Vacío Tiene Ojos, el disco 'Incesante' posee una gran vocación melódica"

10. “Hangtrospection”
(Aldo Merino)

Uno de los músicos más prolíficos de la historia reciente de El Salvador es Aldo Merino (Los Tachos/Manyula Dance Club/Primal Pulse), quien entregó en 2018 su primer trabajo como solista: “Hangtrospection”. Este es un álbum tributo al hang, el curioso instrumento de percusión del que solo existen 6,000 unidades a nivel mundial. Aldo propone una experiencia de introspección de 44 minutos y lo logra de forma excepcional. 

Corte recomendado: “Feels like”

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9. “I”
(AR Ferdinand)

El segundo álbum del productor salvadoreño, AR Ferdinand, titulado “I”, reafirma su calidad y buen gusto para mezclar algunas de sus inquietudes musicales en una paleta electrónica . El disco mantiene un hilo conductor que lo ata a su producción anterior, “Wild Fiction” (2017), esbozando así una identidad. 

Corte recomendado: “On my mind”

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8. “Incesante”
(El Vacío Tiene Ojos)

Directo, compacto, técnico y brutal es “Incesante”, el álbum debut de El Vacío Tiene Ojos, una banda que presenta una propuesta que pese a la agresividad posee una gran vocación melódica. Además, la composición sortea exitosamente con la fonética en español en un género construido para el idioma inglés, el deathcore. También destaca la gran calidad de la producción. 

Corte recomendado: “Tortura”.

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7. “Ingrávido”
(Amnésica)

Óscar Luna regresó en 2018 con un nuevo proyecto llamado Amnésica, en el que lo acompañó Mario Piche. “Ingrávido” es un EP de cuatro piezas interdependientes de música electrónica que pasan revista por el techno, el ambient e incluso el rock, buscando crear un lenguaje propio y novedoso. Este material presenta una producción de alto nivel. Y aunque hay ausencia de palabras, existe una narrativa sugerida (desde la ilustración de la portada) para crear un universo temporal al oyente, libre de leyes, incluso la de gravedad. 

Corte recomendado: “Cuatro”

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"Proyecto Pulpo tiene claro el camino y lo construye poco a poco"

6. “The Hermit, The Fool and The Hanged Man”
(Astrolabe)

El último EP de la banda Astrolabe (su segundo trabajo del año, luego del álbum debut), “The Hermit, The Fool and The Hanged Man”, debería ser el tema obligado en cualquier plática sobre rock y metal en el país. ¿Por qué? Porque en un cruce entre el metal progresivo y el stoner rock que consigue una atractiva sustancia donde la estridencia no es gratuita y cada segundo parece calculado.  Además, desarrolla una interesante narrativa inspirada en las tres cartas del tarot que detalla el nombre del EP. Vocal e instrumentalmente impecable. Y como sello de garantía: es una producción en colaboración con el renombrado baterista alemán Marco Minnemann, quien ha trabajado con instituciones del rock progresivo y el metal, como Steven Wilson.

Corte recomendado: “The Hanged Man”.

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5. “Ritual”
(Primal Pulse)

“Ritual” es el nombre de la segunda producción de estudio –y primer LP– del dúo electrónico salvadoreño, Primal Pulse. Encontramos aquí a la exploración de lo específico con herramientas universales. Existe presencia e inspiración de la french house, quizá; pero no como imitación, sino asimilada para crear algo nuevo. Como si Air y Daft Punk recorrieran la región y terminaran modificados por los ritmos tropicales: el xuc, el dembow, la cumbia, etc. Este es un disco que, pese a su extensión –más de una hora–, no resulta cansado. El álbum también destaca por su calidad. Esta es la nueva danza del venado azul y el jaguar dorado en busca de nuestros pasos perdidos. 

Corte recomendado: “Ritual Xuc”

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4. “Hara Kiri”
(Zaki)

Por tercer año consecutivo, Zaki consigue un trabajo sólido. En esta ocasión, lleva por nombre “Hara Kiri”. Desde la portada hasta los samples hay una línea narrativa definida, con menos miedo a la experimentación y con su clásico sello de sarcasmo y crítica ácida. De nuevo está el recurso autobiográfico, pero esta vez sirve de encuadre para ver las otredades familiares, políticas, barriales y sociales. Su crecimiento personal también lo lleva a abordar temas como la violencia y la migración. Zaki tiene un público cada vez más extenso, que abarca más que la escena de hip hop regional, porque en sus trabajos como solitario sigue sin dar un paso en falso.  

Corte recomendado: “Horrokrux”

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3. “Pasaje de ida”
(Joel Barraza)

Joél Barraza es un músico excepcional que posee un gusto exquisito, pero también preocupado porque sus creaciones tengan alma. Así lo confirma el álbum que publicó en 2018: “Pasaje de ida”. Son exiguas las etiquetas para las once piezas que componen el disco. En líneas gruesas, se trata de música instrumental vanguardista, ejecutada y grabada con maestría. Composiciones libres de excesos. Con intertextos de canciones populares para que el escucha atento tenga un rol activo en el universo propuesto por Barraza, que parece no estar preocupado por los límites estilísticos, pues apuesta al mestizaje musical. 

Corte recomendado: “Madera de Ley”.

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"Ecos del Jaguar es un aporte no solo a la música, sino a nuestra historia y memoria colectiva"

2. “ Legión”
(Diente Amargo)

El bestiario salvadoreño tiene su propio catálogo gracias a Diente Amargo, la banda rock industrial de tendencia tropical. Sin piedad –ni lírica ni musical– el disco “Legión” permite entrar en el ADN de los villanos que habitan este país. Y en ello radica su genialidad: en la capacidad de auscultar y traducir a esos demonios. Esta es una dosis de irreverencia necesaria para nuestra época y un clásico instantáneo de nuestra música.

Corte recomendado: “Tormenta”.

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1. “Ecos del Jaguar”
(Cuarteto Sharberg)

El Cuarteto Sharberg liberó recientemente la producción más relevante de la música salvadoreña de este año: “Ecos del Jaguar”. Se trata de una selección de música académica de autores salvadoreños como: Esteban Servellón, José Napoleón Rodríguez y Víctor López. Piezas para cuarteto de cuerdas ejecutadas con precisión, calidad y mucho respeto. Un aporte no solo a la música, sino a nuestra historia y memoria colectiva. Grabado e ilustrado también por salvadoreños. Este es un álbum accesible, incluso para los ajenos a este tipo de música. 

Corte recomendado: “Nawilín, I. Lento-Andante-Allegro”.

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Este año también fueron publicadas las siguientes producciones salvadoreñas:

  • La Construcción de La Luz – “La Construcción de La Luz EP”
  • Polifacetik – “El Show del capitán Dexxternuggets & el Sr. Multicolor”
  • There Will Be Hate – “There Will Be Hate”
  • Astrolabe – “Shock of the new”
  • Yêlo – “Amarillo (Pensamientos)”
  • Paty Menéndez – “Libre”
  • H4 Mental – “Esparta”
  • Torniquete – “La Paz de los Corruptos”
  • 3Ramas del Árbol – “Cosmonuatas del tiempo”
  • Disolución – “The Good die Young”
  • Space Fam (Zaki) – “Saturno”
  • Invocation Of Death – “Into The Labyrinth Of Chaos”
  • Slave Of Hate – “Caught By Darkness”
  • Social S.S. – “Patria Negra”
  • Genocidium – “Iron & Blood”
  • DisTrüst – “Destructive Asocial Noise”
  • Damnation – “Damnation I”
  • Pride Is Murder – “Destripada Masa Corporal”