Locas, felices y… ¿feministas?

¿¡Yo, loca!?” es un show en el que cinco mujeres comediantes presentaron sus monólogos para reírse de lo que implica ser mujer en un mundo machista que carga con roles y estereotipos de género. El stand up comedy estrenó un elenco centroamericano con las salvadoreñas Kelly Iraheta, Gaby Rivera y Rebe González; la guatemalteca Vero Solís; y la costarricense Waleska “La Maravilla”. Las comediantes fueron dirigidas por Fernando  Rodríguez, quien ha trabajado al lado de Grupo Caverna y Comedia ES. El espectáculo fue presentado en el Teatro Luis Poma del 13 al 16 de septiembre pasado.

Fotos por René Figueroa/Cortesía


Nunca había visto un stand up comedy en vivo y nunca me había reído tanto de lo absurdas que son las presiones y normas sociales para las mujeres. Reí tanto que hasta lloré. Y la risa era expansiva en la sala del teatro. Los monólogos de Rebe González, Kelly Iraheta, Gabriela Rivera, Vero Solís y Waleska “La Maravilla” Oporta fueron divertidos, agudos, afilados y refrescantes.

El hombre que se sentó a mi lado me preguntó si la obra era solo para mujeres. “Por el color rosado de la escenografía”, me dijo. Le respondí que el color rosado no es solo para mujeres, que eso era un estereotipo, que los hombres también visten camisas rosadas. Noté que él, durante los monólogos de las distintas comediantes, apenas rió.

Las comediantes se burlaron de todo: de ellas, del patriarcado, del feminismo, de ellas mismas una y otra vez. Se burlaron de nuestra cotidianidad, de la vanidad, de su apariencia física, de la poca frecuencia con que tienen relaciones sexuales. En fin, de todo. 

El stand up inició con preguntas de las comediantes sobre absurdos y no absurdos: “¿Por qué insisten en mandar fotos de pene?”, “¿por qué no aprendieron los hombres adonde está el punto G?”, “¿(Soy feminista, pero) si mi novio me quisiera, me pediría matrimonio?”, “¡¿Yo, loca?!; y muchas más.

Kelly se burló de su físico, su soltería, su afán por la comida. También se burló del afán de la amigas por sacarnos de la soltería y recordarnos que algo bueno está por venir “porque es parte del plan de Dios”.

“¡Y cómo ese plan te lo haya hecho Tigo, también la cagaste!”.

Vero también se rió de su apariencia física y cotidianeidad. Y todas, absolutamente todas, hablaron de sexo utilizando el doble sentido, con humor. A la vez, Rebeca y Gabriela hablaron de sus relaciones de noviazgo y cómo han presionado a sus parejas para casarse. 

Kelly nos recordó cómo se viven los días cuando estamos con nuestro período; habló sobre lo complejo que es ir a trabajar con ese agotamiento físico y hormonal; y nos recordó lo absurda de la publicidad de las toallas sanitarias: “¿En qué momento Arjona empezó a escribir para Saba?”…. y se soltaron las carcajadas.

La presión social por ser madres, por casarse, por guardar la virginidad o la apariencia de ser virgen ante sus padres también fueron exageradas y ridiculizadas.

Vero también se burló de su escasez de trasero y de su exceso de busto. Su parodia dedicó tiempo a las anécdotas o experiencias que viven las mujeres con tallas grandes de busto. Mientras que Rebeca contó cómo obligó a su novio a pedirle matrimonio y las vicisitudes que conlleva comprar un vestido de novia y abordar el tema de la sexualidad con su padre. Waleska, por su parte, se rió de sus experiencias con la maternidad y con los hombres.

El stand up de Gabriela Rivera fue uno de los que más me gustó porque abordó el feminismo y el machismo de una manera sutil y divertida. Planteó su monólogo desde cómo una mujer rivaliza con otras amigas por no recibir “piropos callejeros”, unos cumplidos que realmente no son cumplidos y nadie espera o desea; hasta cómo otra mujer, quien la asaltó en el bus, seguramente será minimizada en su actividad delictiva frente a sus pares hombres por el hecho de ser mujer y bonita. 

Al final, este show me hizo recordar cuando en un conversatorio feminista hablamos sobre la importancia de reconocer los distintos tipos de feminismos, de reírnos y reivindicar términos que utilizan peyorativamente contra nosotras, como llamarnos “locas” para descalificarnos.


*Mientras el ciclo de presentaciones en San Salvador ya terminó, Guatemala sí podrá ver el show el próximo 18 de octubre, cuando se presente en el teatro Dick Smith del Iga. La función será a las 7:00 de la noche y el precio es de 75 quetzales.

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