Grupo élite de la PNC involucrado en homicidios, agresiones sexuales y extorsión

El grupo de la FES, la unidad estrella de la estrategia de seguridad del actual gobierno, ha cometido los delitos usualmente ligados a las pandillas que dice combatir.

Agentes uniformados de un grupo de la Fuerza Especializada de Reacción El Salvador (FES) de la Policía Nacional Civil ejecutaron al menos tres homicidios y participaron en agresiones sexuales a dos adolescentes en dos municipios al norte de San Salvador, además de extorsionar a una mujer en San Miguel, entre febrero y marzo de este año.

La FES es el batallón élite creado por el gobierno de Salvador Sánchez Cerén en abril de 2016 para combatir a las pandillas MS-13 y a las dos facciones del Barrio 18. Está compuesta por 1,000 hombres agrupados en unidades conformadas por entre 4 y 10 agentes al mando de oficiales de la corporación policial. En una detallada investigación, Revista Factum cuenta cómo la falta de supervisión institucional facilitó en parte que esa unidad se convirtiera en un grupo de exterminio dentro de la Policía Nacional Civil (PNC).

Durante tres meses, Revista Factum investigó las acciones del grupo de la FES al mando del cabo Díaz Lico, conformado por los agentes Bladimir de Jesús Flores Ávalos, portador del Orden Numérico Institucional (ONI) 27791; José Roberto Ventura Gámez, ONI 27518; y otro identificado solo con el indicativo Mogwli. A los cuatro policías los acompañaba un civil al que solo identificaremos como Rastreador, cuyo testimonio sobre los crímenes atribuidos al grupo es del conocimiento de la Fiscalía General de la República.

Desde finales de mayo, un equipo de Factum, basado en principio en el testimonio de Rastreador, emprendió una investigación periodística que incluyó entrevistas con decenas de testigos en los sitios donde ocurrieron los crímenes atribuidos a los agentes de la FES, revisión de autopsias de los asesinatos, consultas en bases de datos de la Policía y el acceso en tiempo real a comunicaciones entre el grupo del cabo Díaz Lico con Rastreador y de este con otros miembros de la PNC, a través de redes sociales en las que se intercambiaban información y peticiones para ejecutar pandilleros.

Tras esa investigación, Factum certificó la participación del grupo de Díaz Lico en tres homicidios, dos agresiones sexuales, robos y al menos una extorsión.

El 14 de febrero de este año, el grupo de Díaz Lico participó en la ejecución de Iván Benjamín Cárcamo Caballero, un hombre de 29 años de alias Bam Bam e identificado por la Policía como miembro del Barrio 18 Revolucionarios. Díaz Lico, Flores Ávalos y Ventura Gámez entraron a una casa de láminas ubicada en un terreno de Aguilares a asesinar al pandillero; el agente de indicativo Mogwli  permaneció en el lugar para brindar vigilancia. Cuando los agentes habían matado al pandillero, Díaz Lico hizo una llamada por radio para fingir un enfrentamiento entre policías y pandilleros.

Cárcamo Caballero es uno de los 293 pandilleros que, según el director de la PNC, Howard Cotto, han muerto en los 346 intercambios de disparos o “enfrentamientos” que supuestamente ha sostenido la PNC con miembros de pandillas del 1.º de enero al 21 de agosto de 2017. Sin embargo, la investigación de Factum demuestra que, en el caso de Bam Bam, no hubo enfrentamiento alguno.

Otras dos ejecuciones ocurrieron el pasado 3 de marzo. Ese día, Ventura Gámez y Flores Ávalos asesinaron en el Distrito Italia de Tonacatepeque a Samuel Antonio Avelar Carpio, de 26 años y alias Eclipse, identificado como miembro de la clica City Paraísos Locos Salvatrucha de la MS-13. La misma dinámica: mientras los dos agentes asesinaban, los otros cuidaban el perímetro.

La autopsia de Avelar Carpio, a la que Factum tuvo acceso, indica que el pandillero recibió un disparo de frente y siete por la espalda.

En el mismo hecho, el grupo de Díaz Lico asesinó a otro pandillero que aún no sido identificado. Un documento oficial de la Corte Suprema de Justicia, en poder de Factum, certifica que este pandillero murió el 3 de marzo de 2017 en el Distrito Italia II Casa 19, Pasaje Salsa, Manzana 55, la misma dirección exacta en la que Eclipse fue asesinado.

El día 16 de enero de 2017, una víctima con nombre clave 385 fue extorsionada a través de una página de Facebook llamada Grupo de Exterminio de Pandilleros de El Salvador, que era utilizada por el grupo de Díaz Lico para compartir información sobre su propia actividad y las de otros policías. La página también servía para obtener información de potenciales objetivos. Fatcum corroboró, en un proceso judicial abierto en el Juzgado Tercero de Instrucción de San Miguel, que a la víctima antes mencionada se le exigió, desde el sitio Grupo de Exterminio de Pandilleros de El Salvador, el pago de $600 a cambio de respetar la vida de un familiar suyo que recién había sido retenido por elementos de la Policía.

Esta revista cuestionó al director de la PNC, Howard Cotto, y al vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, por los delitos atribuidos a los miembros uniformados de la FES. Ambos funcionarios son parte de la cadena de mando que rige a la unidad élite. Ambos reconocieron que han recibido denuncias sobre ilegalidades atribuidas a miembros de la Policía, pero negaron que haya grupos de exterminio al interior de la corporación. Prometieron iniciar investigaciones al respecto.

El Estado salvadoreño, de hecho, ya tiene conocimiento formal de todos los delitos atribuidos al grupo de Díaz Lico en la FES: Rastreador denunció los hechos ante la Fiscalía General de la República en mayo pasado. El Ministerio Público ofreció protección al denunciante y lo puso a hablar con dos agentes de la División Élite contra el Crimen Organizado (DECO) de la PNC; estos policías, en lugar de cuestionar al testigo por las actividades atribuidas a los miembros de la FES, se concentraron en preguntarle por las ubicaciones de pandilleros y por las pláticas que había sostenido con periodistas de este medio.