Cirque Du Soleil: lo mejor y lo peor de “Sép7imo Día”

Arrancaron en Argentina las presentaciones de uno de los espectáculos musicales y circenses más esperados del año. “El Sép7imo Día: no descansaré”, del Cirque du Soleil. Por eso en Revista Factum compartimos a continuación algunas de las primeras impresiones que deja este show, el mismo que rinde homenaje a una de las agrupaciones de rock más influyentes de la historia en Latinoamérica: Soda Stereo.


Hace unos meses, una de las sesiones de Facebook Live que los creadores del Cirque Du Soleil realizaron tuvo una avalancha de respuestas de los fans de Soda Stereo que, de todas partes del continente, querían aportar su granito de arena en la construcción de un homenaje sin precedentes a la banda de rock argentino más trascendente de los últimos treinta años.

Las herramientas de “instagratificación” que ahora están masificadas nos permitieron seguir paso a paso la creación de “El Sép7imo Día-No descansaré”, la primera obra de la compañía circense más importante del mundo dedicada a artistas latinoamericanos —antes solo lo habían hecho para Los Beatles, con el espectáculo “Love” y “One” y “The Immortal World Tour”, de Michael Jackson.

Soda Stereo, la banda sonora que amenizó a los adolescentes y jóvenes salvadoreños a finales de los 80 y principios de los 90 gracias a la radio Súper Stereo y ocasionalmente en Radio Femenina, se formó en Buenos Aires en 1982. En la guitarra líder y voz estuvo —y está— Gustavo Cerati, “Zeta” Bosio, en el bajo, y Charly Alberti en la batería. Para nosotros fue tener un poco de The Cure, pero en español.

Fotos de Nancy Martínez y Rodrigo Alonso, cortesía de Prensa Soda Stereo SEP7IMO DIA by Cirque du Soleil. Copyright (c) 2017. www.cirquedusoleil.com/sep7imo-dia/

 

Si bien nunca llegaron a El Salvador como Soda Stereo, Gustavo Cerati sí lo hizo en solitario en el Tour Bocanada, por el álbum de ese mismo nombre, lanzado en 1999. Para los fans de la banda fue como tenerlo todo, para los que llegaron pensando en que era Soda Stereo, fue la nada.

Soda Stereo se separó en 1997 y solo 10 años después se reunió para la gira “Me verás volver”, que vendió más un millón de boletos.

Cerati, víctima de un accidente cerebro vascular, murió el 4 de septiembre de 2014.

Entonces, el día llegó. Desde luego, fue el teatro Luna Park en la capital argentina el escogido para el debut de“El Sép7imo Día-No descansaré”, la cual fue escrita y dirigida por Michel Laprise y tiene como productores musicales a Zeta Bosio y Charly Alberti.

Mientras la masa de seguidores dispersa por todo el planeta espera que las fechas estén cerca de casa (Lima, Santiago, Bogotá y Ciudad de México, entre otras) y soñamos con El Sép7imo Día, el crítico de artes argentino Alejo Álvarez Herrera, de la Televisión Nacional Argentina, comparte sus apreciaciones con los lectores de Revista Factum.

“La producción general es impresionante en todos los rubros técnicos, como sonido, vestuario, maquinarias, iluminación… pero claramente lo mejor del show es la música de Soda Stereo y la sensación extraña, por cierto, de estar viviendo un nuevo recital de la banda… sólo que ellos no están”

–Alejo Álvarez Herrera

Álvarez destacó la potencia de la música, ya que la mayoría de los temas ha sido remasterizada; no obstante, lamentó cierta falta de fluidez en el desarrollo del show, el cual dura 90 minutos. “Hay momentos geniales, otros emocionantes y otros donde el ritmo y la atracción de lo que presentan baja considerablemente”.

Álvarez apunta que “solo son momentos”: “Que le falta rodaje, en mi país significa que le falta tener funciones, que le falta a hacer camino, donde pueden ir dándose cuenta qué cosa es la que tiene buena respuesta del público, qué cosas no… y empezar a eliminar o a modificar las que no tienen respuestas, como por ejemplo a muchos les pasa el interés pero decae considerablemente. En teatro también pasa esto. Por eso uno elige —los que laburamos (trabajamos) en esto— ir a la segunda o tercera semana, cuando ya tuvieron siete u ocho funciones con público, porque no es lo mismo que el ensayo, porque el que lo hace y el director creen que todo está buenísimo, pero tal vez quizás se dan cuenta, con público, que hay líneas que no van u otros momentos que despiertan mucho interés y le van añadiendo renglones a esa parte”.

Añadió que, quizás, el secretismo de la producción impactó un poco en la calidad. “Esto lo están preparando hace un año y medio, pero ensayándolo entre ellos, bajo estricto secreto, mostrándoselo a muy poca gente y eso te genera una reacción endogámica, ¿viste? Vos crees que está bien, el que está frente tuyo está bien, nadie más lo ve y te vas creyendo que está genial, pero en general hay unos cuantos temitas: la elección de los temas (canciones), la elección de algunos de los números circenses que pueden estar muy buenos para carpa. Aquí ya vinieron cinco veces —yo los vi las cinco veces, esta es la sexta— y lo hacían siempre en una carpa, con un escenario 360, circular, concéntrico donde vos no tendrías más de 35 metros desde el centro del escenario hasta cualquiera de los bordes de la carpa. ¡Acá tienen 120 metros de línea! y la verdad hay dos o tres números que quedan muy chiquitos, que se pierden en la multitud!

Con todo, Cirque Du Soleil por primera vez presenta un espectáculo con gente de pie en lo que vendría a ser “el campo” de un recital con una estructura que hace recordar el show de Fuerza Bruta, una compañía Argentina surgida recientemente y que con su show ha cautivado mucho al público.

Dejamos a continuación el comentario de Alejo Álvarez Herrera para la Televisión Nacional Argentina:


Alejo Álvarez Herrera, arquitecto y cronista de artes argentino, trabajó en El Salvador a principios de la década de 2000 en proyectos para la ONU. También participó como panelista del Ciclo de Cine Argentino de la UCA.

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